La brutal represión de las fuerzas de seguridad pro Daniel Ortega, que ha dejado más de 440 muertes, disparó la migración en Nicaragua. Según cifras del instituto de migración de Costa Rica, cada minuto tres personas solicitan refugio en la nación vecina. Pero la violencia no sólo ahuyenta a los ciudadanos nicaragüenses, las aerolíneas también han decidido cerrar operaciones o suspender algunos de sus vuelos, desde y hacia la nación centroamericana.
La reducción de la oferta de vuelos provocó que el costo de los boletos se triplique, afirmó el presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Nicaragua (Avinic), Carlos Schütze. El sindicalista explicó que el aumento de los costos inició en abril cuando Volaris, una aerolínea de bajo costo, cesó sus operaciones en ese país.
“Las tarifas básicamente se triplicaron a nivel de Centroamérica, ir a Costa Rica te cuesta de 500 a 450 dólares”, ejemplificó el presidente de Avinic.
Desde entonces y a medida que aumenta la represión de agentes del gobierno en contra de manifestantes, al menos seis aerolíneas han reducido o cancelado sus vuelos. Las aeronáuticas estadounidenses fueron las primeras en huir. Esta semana United Airlines informó a sus pasajeros que debido a la turbulencia política ajustó los horarios de los vuelos a Managua para que lleguen y salgan únicamente de día a partir del próximo 4 de septiembre.
El Dato: Ortega intenta ocuparse de la economía que, según su gobierno, crecerá este año uno por ciento, lejos de la previsión de 4.9.
La aerolínea estadounidense Spirit, por su parte, redujo el pasado lunes sus viajes a Managua de seis a dos por semana, mientras que Delta Airlines y American Airlines también bajaron sus frecuencias.
“Hay líneas aéreas que ya dejaron de volar y las que iban a volar ya dijeron que no van a volar” a Nicaragua, detalló el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, entre ellas la española Iberia, que tenía previsto realizar tres escalas semanales en Managua a partir de este año. “Cada vez va a ser más difícil atraer turistas al país” con la reducción y suspensión de vuelos, lamentó.
Los jóvenes son los primeros en irse. La policía de Ortega realiza redadas y arresta a aquellos estudiantes que han participado en las protestas. “Tengo varios amigos que ya se han ido. Soy presa fácil, no paran de detener a gente de mi edad”, confesaba a EFE Joel Hernández, un joven de 23 años que quiere irse a Panamá, el mes pasado.
¿Qué piden los estudiantes?
Las principales demandas son:
Justicia, porque más de 440 personas han muerto, en su mayoría como consecuencia del uso desproporcionado de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad del Estado y grupos parapoliciales.
Una mayor democratización del país, que pasaría por pronta salida del presidente Daniel Ortega. Sin embargo, el canciller nicaragüense, Denis Moncada, denuncia una “ruta hacia un golpe de Estado”.
Oposición llama a nuevas protestas
La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, integrada por organizaciones de la sociedad civil, como empresarios, estudiantes, grupos de derechos humanos y campesinos, estimó urgente que el gobierno desarme a las fuerzas paramilitares creadas para reprimir las movilizaciones.
La coalición opositora además el cese de todas las formas de represión, como la criminalización de las protestas, las tomas de tierras de empresarios privados, así como la intimidación contra opositores, obispos, medios de comunicación y defensores de derechos humanos.
Por su parte, la vicepresidenta Rosario Murillo acusó a los opositores de destruir el país. “Quienes asaltaron, quemaron” propiedades y “promovieron el baño de sangre en Nicaragua ahora reclaman”, manifestó la también primera dama a medios oficialistas.
La Alianza anunció que el sábado iniciará una nueva jornada de protestas en la capital para exigir la liberación de más de 135 presos políticos.