En vísperas de la reunión del G-20, que reunirá en Buenos Aires a los mandatarios de las primeras 20 economías del mundo, a partir del 30 de noviembre, la expresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, participará en un encuentro con expresidentes que la apoyaron a través de la firma de la carta “Democracia sin proscripciones”, en defensa por las acusaciones que la imputan en delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
Entre ellos se encuentra la expresidenta destituida de Brasil, Dilma Roussef, y el exmandatario uruguayo, José Mujica. El encuentro fue convocado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), días previos a la celebración del G-20 en la capital argentina.
El dato: Tras un 2017 en campaña, con alta exposición, la expresidenta se limitó este año a aparecer de manera exclusiva en redes y con discursos desde su banca del Senado.
En el evento también están programadas las voces del vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, el expresidente de Colombia, Ernesto Samper y el secretario General de Podemos, el español Pablo Iglesias.
La prensa argentina destacó cómo el regreso de Cristina Fernández a la escena internacional coincide con la previa del G-20, en medio de una Buenos Aires militarizada y llena de custodios; sólo Estados Unidos desplegará mil elementos de seguridad para “cuidar” al presidente Donald Trump.
Los organizadores del encuentro negaron que se trate de una “contra cumbre” del G-20. “No es el caso, la fecha y el lugar del encuentro se fijó antes de que se supiera que Buenos Aires sería punto de encuentro del G-20”.
El lunes 19 de noviembre, Cristina Kirchner ofrecerá la conferencia “Capitalismo y Neoliberalismo. La crisis democrática. La experiencia Suramericana”.
Los planteamientos del foro del Clacso van en la misma tesitura: una mirada sobre el retroceso de la izquierda y “las fuerzas populares” de derecha en la región, no sólo por el reciente triunfo del ultraderechista Jair Bolsonaro en Brasil, sino antes, con Mauricio Macri en Argentina y Sebastián Piñera en Chile, ambos con posturas económicas y sociales más conservadoras.