Estados Unidos continuará presionando al presidente venezolano Nicolás Maduro, hasta que entienda que sus días están “contados”, dijo el secretario de Estado del gobierno de Donald Trump, Mike Pompeo.
Sus comentarios se produjeron después de los enfrentamientos entre tropas leales a Maduro y activistas que intentaban entregar a Venezuela ayuda humanitaria respaldada por la Casa Blanca. Dos personas murieron en un enfrentamiento en la frontera con Brasil y unas 300 resultaron heridas en otros enfrentamientos.
En entrevista para Fox News Sunday, Pompeo aseguró que la administración Trump mantendrá el apoyo al líder opositor Juan Guaidó y se negó a descartar, como lo ha hecho antes el gobierno estadounidense, la fuerza militar como una opción, pero agregó: “Hay más sanciones para aplicar, pienso que hay más asistencia humanitaria que podemos brindar”.
Maduro bloqueó esa ayuda en la frontera e ignoró los llamados a hacerse a un lado y dejar que Guaidó tome el poder.
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Pompeo agregó que su país buscará “otras formas” de llevar la ayuda alimentaria para los venezolanos.
Por separado, la oficina del vicepresidente Mike Pence anunció que llegará hoy a Bogotá, Colombia para una reunión de emergencia sobre Venezuela, con ministros de asuntos exteriores de más de una docena de países de Latinoamérica y el Caribe, en su mayoría de gobiernos conservadores, miembros del Grupo de Lima; también se reunirá con el autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó.
El dato: El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, salió del país, cuando enfrenta una prohibición para viajar, por parte del régimen, por una investigación que lo acusa de usurpar funciones del Poder Ejecutivo.
En este marco, el vicepresidente Pence anunciará “medidas concretas” y “acciones claras” relacionadas con el contencioso de Venezuela.
“Lo que ocurrió ayer no va a evitar que consigamos que la ayuda humanitaria llegue a Venezuela”, explicó a Reuters una fuente de la Casa Blanca.
La fuente anónima se refería a la imposibilidad de introducir la ayuda a través de las fronteras venezolanas con Colombia y Brasil, pese al apoyo de cientos de simpatizantes de la oposición.
El equipo de Guaidó exigirá una escalada en la “presión diplomática” y en el “uso de la fuerza” contra Maduro, Julio Borges, su representante en el Grupo de Lima.
La solicitud se realizará durante la reunión del Grupo de Lima. “Vamos junto al presidente Guaidó a la reunión del Grupo de Lima a presentar posiciones firmes que signifiquen una escalada en medidas diplomáticas, políticas y de uso de la fuerza en contra del régimen por bloquear la ayuda humanitaria y generar una violencia sin precedentes en la frontera”, afirmó Borges.
“Queremos utilizar la presencia del vicepresidente de Estados Unidos, del presidente Iván Duque y de todos los cancilleres del Grupo de Lima para fijar y pedir ese paquete de acciones contundentes; lo que ha ocurrido abre las puertas a una estrategia más determinante”, indicó.
Desde Nueva York, la ONU condenó el “uso excesivo” de la fuerza empleado por “fuerzas de seguridad venezolanas” y por grupos “pro-gubernamentales armados” que dejaron como resultado al menos cuatro muertos y más de 300 personas heridas el fin de semana, dijo Michelle Bachelet, alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
“Estas son escenas deplorables. El gobierno venezolano debe obligar a los cuerpos de seguridad a dejar de emplear el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes desarmados”, señaló la alta funcionaria en un comunicado.
“Se ha disparado a personas y algunas han muerto, hay quien ha recibido heridas de las que nunca se recuperará, incluyendo la pérdida de un ojo”, agregó.
La alta comisionada indicó que recibió informes de varios incidentes violentos, en algunos casos prolongados en las zonas fronterizas “vinculados al bloqueo por parte de las fuerzas de seguridad de la asistencia que se dirigía hacia el interior de Venezuela a través de fronteras cerradas”.
En consonancia con esta declaración, el secretario general de la ONU, António Guterres, se mostró “conmocionado” por la muerte de civiles en Venezuela y pidió evitar la violencia a toda costa.
Diputados venezolanos y manifestantes denunciaron la presencia de grupos armados para reprimir protestas, sobre todo en los estados Táchira, Bolívar y Yaracuy.
En tanto, la Oficina de la Alta Comisionada, según el documento, también recibió varios informes que apuntan al “involucramiento” de grupos armados progubernamentales en los ataques violentos en contra de los manifestantes, y Bachelet urgió al gobierno de Nicolás Maduro a “frenar a estos grupos y arrestar a aquellos que utilizaron la fuerza de manera ilegal en contra de manifestantes”.
Diplomáticos colombianos regresan a su país... a pie
Un grupo de diplomáticos colombianos regresó a su país, ayer, a través del cruce oficial en el puente binacional Simón Bolívar, un día después de que Nicolás Maduro anunciara la ruptura de relaciones con Bogotá, tras bloquear el ingreso de ayuda internacional, que proviene principalmente de Estados Unidos.
Los funcionarios de los consulados colombianos en los estados de Mérida y Valencia, junto con sus familiares, algunos de ellos niños, pasaron el puente con sus propias maletas a cuestas y bajo la custodia de la Policía Nacional Bolivariana, reseñaron varias agencias internacionales.
En los pocos metros hasta llegar al lado venezolano del puente, el grupo tuvo que pasar entre vehículos blindados y los restos de un camión incendiado.
“Colombia y Venezuela siempre han sido hermanos y seguiremos siendo hermanos. (Pero) nuestra recomendación es estar en Colombia en este momento”, dijo el cónsul en Mérida, Carlos García, en alusión a las instrucciones recibidas de la cancillería colombiana.
Los diplomáticos pasaron en un momento de calma en una jornada de escaramuzas, tras los violentos disturbios que la víspera dejaron unos 300 heridos cuando se impidió el ingreso desde Colombia de ayuda internacional gestionada por el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado por medio centenar de países.