Skirmantas Strimaitis sujeto lituano, subió a un avión que cubría la ruta entre la ciudad lituana de Vilna y la italiana de Bergamo para pasar unos días esquiando, pero algo inusual ocurrió desde el instante en que arribó a la zona de embarque, un poco antes de la hora.
El hombre se sorprendió cuando no encontró siquiera una fila larga de pasajeros. Ocupó su asiento en el avión y el resto del pasaje seguía sin subir. Los tripulantes cerraron la puerta y estuvo solo entre los 188 asientos. Dos pilotos y cinco personas de tripulación eran sus únicos acompañantes.
Al parecer, una agencia de viajes que organizaba este vuelo reservó el trayecto de vuelta para un numeroso grupo de italianos por lo que solo puso a la venta billetes de ida. Solo una persona, Skirmantas Strimaitis, compró uno de esos billetes para viajar de Lituania a Italia.
Para inmortalizar el momento el joven se tomó una selfie dentro del avión, imagen que ya se hizo viral. En una entrevista posterior, dijo que le trataron muy bien y que no tuvo problema para estirar las piernas. "Es algo que solo pasa una vez en la vida", afirmó el joven afortunado.
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