Aunque el recién nacido murió hace 38 años, Theresa Bentaas, de 57 años de edad, fue arrestada el pasado 8 de marzo debido a que está vinculada al deceso de su hijo en Dakota del Sur, sin embargo, tras un arreglo con el juez quedó en libertad mientras el caso sigue su curso.
Los detectives confirmaron que gracias a nuevas tecnologías de ADN y genética, se determinó que la madre del recién nacido tuvo injerencia en su deceso, que fue hallado en una zanja de Sioux Falls en febrero de 1981, cubierto con una manta.
Bentaas fue puesta en libertad el lunes del Centro de Detención Minnehaha, informó el Argus Leader, luego que el juez cambió la fianza de 250 mil dólares a un arreglo que le permite estar libre en lo que continúa el proceso legal.
Bentaas dijo a las autoridades que en ese entonces ocultó su embarazo a familiares y amigos y dio a luz sola en su apartamento, tras lo cual dejó al recién nacido en la zona donde fue encontrado.
En ese tiempo, Bentaas, tenía 19 años en ese entonces, declaró que era “joven y estúpida” y se sentía triste y asustada, según documentos judiciales. Eventualmente ella se casó con el padre de ese bebé y tuvo hijos con él. El padre no será procesado porque no estuvo implicado, dijeron autoridades.
El detective retirado Mike Webb dijo que las autoridades usaron pruebas genéticas del bebé y las compararon con ADN extraído de la madre por orden judicial.
Las pruebas arrojaron “una probabilidad sumamente alta” de que Bentaas fue la progenitora, según el documento judicial.
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