Un fin de semana violento vivió Estados Unidos con tres tiroteos que dejaron 29 muertos y más de 60 heridos: primero en Texas y horas después en Ohio y Chicago.
El primer ataque se registró antes del mediodía del primer sábado de agosto en un centro comercial de El Paso, Texas, donde murieron 20 personas, incluidos tres mexicanos.
Un joven de 21 años abrió fuego contra los clientes que se encontraban en el Walmart de Vista Cielo Mall para después entregarse a la policía.
El segundo ataque armado se perpetró en menos de 24 horas, alrededor de la 1 de la mañana del domingo en un centro nocturno en Dayton, Ohio, que dejó nueve muertos y 26 heridos.
En este caso el tirador fue abatido por la policía local que atendió el llamado de emergencia y que de acuerdo con las autoridades evitó una matanza mayor.
Casi al mismo tiempo, alrededor de la 1 de la mañana, un tirador que logró huir disparó contra las personas que se encontraban en el Douglas Park de Chicago.
En este ataque no hubo muertos, pero siete personas fueron heridas con impactos de arma de fuego y una de ellas fue trasladada al hospital en estado grave.
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kl