El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, es responsable de alentar a un grupo de exguerrilleros a romper el pacto de paz que puso fin en 2016 a la insurgencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), acusó ayer, en Bogotá, el presidente Iván Duque, quien descartó un nuevo episodio de guerra, pues se trata sólo de una “banda de delincuentes” patrocinados por el líder chavista.
“Maduro da albergue y viola las resoluciones contra el terrorismo promovidas por las Naciones Unidas”, declaró Duque, después de que el excabecilla de las FARC, Luciano Marín, conocido por su mote en la guerrilla como Iván Márquez, apareciera en un video, junto a una veintena de hombres armados, para anunciar que retomará la revuelta, en función de que el actual gobierno no cumplió con su parte del acuerdo de paz, en el que se comprometió el expresidente Juan Manuel Santos, quien ganó el Nobel de la Paz, por lograr el desarme en el conflicto.
Ante las declaraciones de ‘Iván Márquez’ y sus cómplices, Colombia no acepta amenazas y mucho menos del narcotráfico. No estamos frente al nacimiento de una nueva guerrilla, sino frente a una banda narcoterrorista que cuenta con la protección de Nicolás Maduro. #PazConLegalidad pic.twitter.com/rOpHsNXSNr
— Iván Duque (@IvanDuque) August 29, 2019
Ya en julio pasado, Duque había responsabilizado a Maduro por solapar a estos grupos, quienes protagonizaron la lucha armada más larga de América Latina, con más de medio siglo, desde los 60.
“Les está patrocinando el reclutamiento de niños para ejercer la minería ilegal en el territorio venezolano”, denunció a EFE el jefe del Estado colombiano.
#Bogotá Ordené la conformación de una unidad especial para la persecución de los criminales que aparecen en el video junto a ‘Iván Márquez’. Por cada uno de estos delincuentes se fijará una recompensa de $3 mil millones por información que conduzca a su captura. #PazConLegalidad pic.twitter.com/nnOq7ELkF1
— Iván Duque (@IvanDuque) August 29, 2019
Iván Duque, quien lleva apenas un año como gobernante, ofreció 100 mil dólares a quien dé con el paredero de los guerrilleros. En este sentido, añadió que ya se había comunicado con el opositor venezolano, Juan Guaidó —autoproclamado presidente de Venezuela— quien prometió apoyar en la búsqueda de los rebeldes.
Los antiguos líderes del grupo guerrillero más grande de Colombia declararon un “nuevo capítulo” en la lucha armada contra “un gobierno que nos traicionó”.
Declaraciones del Presidente de la República, @IvanDuque desde la Casa de Nariño. pic.twitter.com/Fx2Z40XwIv
— Presidencia Colombia (@infopresidencia) August 29, 2019
En el video con el que lanzó un desafío a Duque, Luciano Marín condenó el asesinato, en los últimos dos años, de más de 500 líderes comunitarios de izquierda y 150 excombatientes de las FARC.
“El Estado no ha cumplido sus obligaciones más importantes: garantizar la vida de sus ciudadanos y evitar asesinatos por razones políticas”, dijo Marín.
“Colombia no acepta amenazas de nadie, mucho menos de narcotraficantes”, reviró Duque. “Este grupo de delincuentes significa burlarse del pueblo colombiano, no lo permitiremos”.
Rodrigo Londoño, exlíder de las FARC, rechazó la medida de su antiguo aliado y aseguró que más de 90 por ciento de exguerrilleros siguen comprometidos con el proceso de paz. “Nuestro compromiso hoy más que nunca, como mayoría, como partido, es la paz, la defensa y el cumplimiento del acuerdo”, tuiteó Londoño.
Este es un momento para la unidad de Colombia contra el terrorismo y la criminalidad. Los únicos enemigos de la paz son los que pretenden, con el terrorismo, atentar contra el país. Todos los colombianos queremos la paz. Una #PazConLegalidad, sostenible y sin impunidad. pic.twitter.com/licIDk4CBU
— Iván Duque (@IvanDuque) August 29, 2019
“Nuestra preocupación es la seguridad nacional colombiana y que esos grupos estén profundamente involucrados en el tráfico de drogas que afecta a Estados Unidos”, declaró en Washington Elliott Abrams, enviado del presidente Donald Trump para Venezuela.
El anuncio de Marín representa la amenaza más significativa hasta ahora para un proceso de paz que se desmorona de manera gradual. Otros exmiembros de las FARC, frustrados por la falta de programas de reinserción, optaron por tomar un arma y volver a la selva.
En la grabación que cimbró a Colombia, Marín aseguró que buscará coordinarse con el ELN , la facción armada que se convirtió en el grupo guerrillero más grande de Colombia después de que las FARC negociaran con el gobierno.
Durante más de medio siglo, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, libraron una lucha de izquierda en la que más de 220 mil personas fueron asesinadas y 7 millones desplazadas.
Las FARC, que se adhieren a una doctrina marxista-leninista, se vincularon con el narcotráfico; su lucha obtuvo el rechazo generalizado de una población agotada por décadas de secuestros, bombardeos y confiscaciones de tierras. El conflicto terminó con el histórico acuerdo de 2016, pero algunos combatientes continuaron la lucha, poco convencidos de la legitimidad del acuerdo para el que fue necesaria la mediación internacional.
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