El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, utilizó su poder para presionar al primer ministro de Australia, Scott Morrison, con la finalidad de obtener información que le ayudara a desacreditar la investigación en su contra por la supuesta colusión de su equipo de campaña con Rusia, para ganar las elecciones de 2016.
De acuerdo con el New York Times, como hizo con el presidente de Ucrania- para presionar por una investigación a su oponente político Joe Biden-, el magnate se telefoneó con Morrison para pedirle que ayudara en el referido propósito al fiscal general , William Barr.
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Las fuentes del diario estadounidense señalaron, además, que la Casa Blanca restringió el acceso a la comunicación entre ambos mandatarios a un pequeño grupo de oficiales, al igual que se hizo con la polémica llamada con el ucraniano, Volodymyr Zelensky, el pasado julio, que resultó ser la gota que derramó el vaso para que iniciara de manera formal el proceso de destitución contra Trump.
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