Estados Unidos comenzó a retirar a las tropas de la frontera noreste de Siria este lunes, con lo que abrió el camino para un ataque turco contra las fuerzas lideradas por los kurdos aliados a Washington, en una medida que el presidente Donald Trump aclamó como un intento de renunciar a la "guerra sin fin".
El importante cambio de política fue denunciado como una "puñalada por la espalda" por las fuerzas dirigidas por los kurdos, que han sido el socio más capaz de Washington para luchar contra el Estado Islámico en Siria.
Los kurdos, conocidos como las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), acusaron a Washington de renegar de un aliado, advirtiendo que tendría un "gran impacto negativo" en la guerra contra los militantes.
Pero Trump dijo en varios Tweets que era demasiado costoso seguir apoyando a las fuerzas lideradas por los kurdos que luchan contra el Estado Islámico, y agregó que "es hora de que salgamos de estas ridículas guerras sin fin".
"Turquía, Europa, Siria, Irán, Irak, Rusia y los kurdos ahora tendrán que resolver la situación", dijo.
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