La voluntad del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de clasificar a los cárteles de la droga que operan en México como grupos terroristas va más allá de una mera intención. El propio magnate aseguró que el proceso de designación no es fácil.
"La designación no es tan fácil, tiene que pasar por un proceso y estamos bien en ese proceso", comentó el mandatario en una entrevista con el presentador Bill O'Reilly, que se transmitió este martes.
El presidente se refirió a una iniciativa que ya se encuentra en el Congreso de Estados Unidos desde hace siete meses, antes de la masacre de la familia LeBarón, en los límites de Chihuahua y Sonora, y que efue impulsada por los legisladores republicanos Roy Chip y Mark Gree.
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El proyecto de ley fue turnado, para su análisis, al Comité Judicial de la Cámara y ya cuenta con el apoyo de nueve integrantes de la bancada republicana; sin embargo, aún no concluye su ruta jurídica, que incluye pasar al Senado.
Para que los cárteles del narcotráfico mexicano entren en esta categoría que emite el Departamento de Estado de Estados Unidos, se debe comprobar, entre otras cuestiones, que la organización en cuestión halla amenazado la seguridad de nacionales estadounidenses o la seguridad nacional (defensa nacional, relaciones exteriores, o intereses económicos) del país.
Con esta ley, se busca considerar como terroristas a tres organizaciones: el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel del Noreste, una facción de Los Zetas, y a Los Metros, escisión del Cártel del Golfo.
En el pasado, el propio Trump apoyó la postura: “Estamos pensando en hacerlo. Es (un tema) también económico. La respuesta es sí, son terroristas”, declaró en marzo pasado según consignó el sitio Breitbart.
De aprobarse la ley, el Departamento de Estado considerará como terroristas a dichas agrupaciones, junto a Al Qaeda, Boko Haram o el Estado Islámico.
En la actualidad, la legislación estadounidense vigente estipula que el Departamento de Estado puede designar esta etiqueta, incluso si se determina que la organización tiene la capacidad e intención de participar en actividades terroristas o terrorismo.
La sociedad civil también ha impulsado la iniciativa a través de firmas para que el presidente Donald Trump también presente ante el Congreso un proyecto propio.
Históricamente, el terrorismo tiene cuatro causas: reivindicaciones separatistas o independentistas; de tipo religioso, étnico o político-ideológico.
Hasta el momento, ninguna de estas causas coincide con la violencia criminal del narco; por lo que, de clasificarse en esta categoría tendría que considerarse una cuarta causa: el narcoterrorismo. Algunos asesores demócratas en la Cámara de Representantes opinan que calificarlos de esta manera es darles un nivel que no tienen, ni se merecen porque carecen de cualquier orientación ideológica.
Implicaciones de la clasificación
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