La excandidata afroamericana a la competencia presidencial de Estados Unidos, Kamala Harris, dejará la contienda interna en un hecho que rompe con la diversidad de opciones con las que contaba el Partido Demócrata, que ahora se quedará con dos mujeres y cuatro hombres blancos.
En el transcurso del año, la mayoría de los candidatos que abandonaron la disputa, son hombres blancos, Harris fue la candidata negra mejor posicionada, quien en momentos parecía superar el nivel mostrado por sus oponentes.
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Aunque las percepciones de elegibilidad de Harris eran altas después de su primer debate, la ventaja del exvicepresidente Joe Biden ha sido constante.
El Partido Demócrata no quiere tener dos docenas de candidatos que llenaran la etapa de debate con sólo dos meses para que comenzara la votación, con el fin de no confundir a sus votantes. Sin embargo, sus criterios estrictos tuvieron el efecto i-
nesperado de facilitar que un hombre blanco extremadamente rico y sin experiencia en cargos electos, Tom Steyer, obtuviera las contribuciones y los números de encuestas, necesarios para obtener un lugar en el escenario de discusiones.
En tanto, los funcionarios experimentados con recursos limitados, como Kamala Harris, el senador Cory Booker o el exsecretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Julián Castro, se han quedado cortos. Los anuncios incesantes de Steyer, que solicitan donaciones lo impulsan lo suficiente para darle mayor ventaja.
Justamente, la falta de presupuesto fue uno de los motivos que orilló a Kamala Harris a abandonar su campaña; además, el hecho de que el multimillonario Michael Bloomberg entrara a la batalla de manera tardía, la hizo caer en las preferencias electorales.
Entre los votantes negros, los hombres blancos obtuvieron más apoyo que entre los votantes demócratas en general, aunque fue ligera la diferencia, no es estadísticamente significativa; no obstante es notable: los votantes, sin distinción de etnias, se inclinan a los candidatos blancos. A Biden le va mucho mejor con los votantes primarios negros que a otros candidatos, una razón central por la que aún lidera las encuestas.
Como señaló de manera reciente la agencia de noticias CNN, ningún candidato ha podido formar una coalición como la que disfrutó Barack Obama en 2008. Biden está bien con los electores negros, Warren y Buttigieg luchan por los blancos con educación universitaria, y Sanders tiene un buen desempeño con simpatizantes más jóvenes. Una amplia división, pero, de nuevo, todo se centra en los blancos.
El Dato: Barack Obama se convirtió en 2008 en el primer presidente negro de Estados Unidos, con el Partido Demócrata.
Como suele ser el caso en la política estadounidense en 2019, el presidente Donald Trump juega un papel en la carrera presidencial. Derrotar al magnate motiva a los votantes primarios demócratas, mientras que los candidatos demócratas blancos aún siguen en la mira de manera justificada, como los candidatos con la mejor oportunidad de ganar en 2020.
En una encuesta de The Washington Post, 77 por ciento de votantes negros vieron a Biden, Warren o Sanders como los más capaces para vencer a Trump.
