La rinoceronte Fausta, que se cree era la más longeva del mundo, murió el viernes pasado en Tanzania a los 57 años de edad, según informaron las autoridades.
Fausta era una rinoceronte negra y falleció por causas naturales cuando estaba en cautividad en el cráter del Ngorongoro.
Fausta fue localizada a los tres años por un científico en 1965. Desde esa edad vivió en libertad, pero con los debidos cuidados.
No obstante, desde hace tres años tuvo que ser llevada al santuario del cráter tras sufrir un ataque de parte de unas hienas que también vivía en libertad.
Fausta ya había perdido la visión y no tuvo crías; sin embrago, su muerte coincidió con el nacimiento de un rinoceronte negro en el zoológico de Míchigan, hace dos días.
Los rinocerontes están en peligro crítico de extinción. De hecho, el último rinoceronte macho blanco murió en 2018, quedando sólo dos hembras en todo el mundo, Najin y su hija, Fatu.
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