La reina Isabel II aceptó ayer conceder al príncipe Harry y a su esposa Meghan el deseo de tener una vida más independiente, al permitirles mudarse de manera parcial a Canadá, mientras se mantienen firmes y leales a la Casa de Windsor, la familia de la soberana de Reino Unido.
En un comunicado, la monarca británica aseguró que la reunión de miembros senior de la realeza para resolver el tema fue “constructiva” y que se “acordó que habrá un periodo de transición” en el cual los duques de Sussex pasarán tiempo en Canadá y Reino Unido”.
Te puede interesar: Trump prepara desvío de otros 7.2 mmdd del Pentágono para su muro
“Mi familia y yo apoyamos completamente el deseo de Harry y Meghan de crear una nueva vida como una familia joven”, escribió la reina en su misiva. “Aunque hubiéramos preferido que permanecieran como trabajadores de tiempo completo de la Familia Real, respetamos y entendemos su deseo de vivir una vida más independiente, mientras siguen siendo una parte preciada de mi familia”.
La reunión se realizó tras días de intensa cobertura mediática en los que simpatizantes de ambos lados de la realeza usaron a la prensa para pintar retratos conflictivos en el caso.
“Mi familia y yo apoyamos el deseo de Harry y Meghan de crear una nueva vida. Aunque hubiéramos preferido que permanecieran como trabajadores de la Familia Real, respetamos su deseo de vivir una vida independiente”
Isabel II
Soberana británica
El Palacio de Buckingham indicó que “una variedad de posibilidades” iban a discutirse, pero la reina estaba decidida a resolver la situación en cuestión de “días, no de semanas”. La Casa real afirmó, sin embargo, que “cualquier decisión tomará tiempo para ser implementada”.
Una de las interrogantes más tirantes que debe resolverse es qué significa para un miembro de la familia real ser independiente financieramente y qué actividades puede hacer para ganar dinero. Otros miembros que se han aventurado en el mundo del comercio lo han encontrado complicado.
El príncipe Andrés, por ejemplo, fue duramente cuestionado por su relación con el fallecido empresario sentenciado por delitos sexuales, Jeffrey Epstein. Andrés, el segundo hijo de la reina, tuvo que renunciar a sus deberes y patronazgos reales tras ser acusado por una mujer que afirma que fue víctima de tráfico sexual de Epstein y tuvo relaciones íntimas con el príncipe.
Los duques de Sussex también enfrentan dudas sobre el pago de una seguridad financiada por los contribuyentes británicos.
Durante la mañana de ayer hubo señas de que la Casa de Windsor se había reunido. Los príncipes William y Harry emitieron un comunicado conjunto en el que fustigaron a un periódico por describir un deterioro severo de su relación, y calificaron la historia de ofensiva y potencialmente dañina mientras se embarcan en conversaciones sobre el futuro de la monarquía británica.
Aunque no mencionaron al diario por su nombre, el Times of London publicó una historia en primera página sobre la crisis en la que una fuente alegó que Harry y Meghan habían sido apartados por la “actitud intimidatoria” de William. Los príncipes insistieron en que la historia es “absolutamente falsa”.
“Para unos hermanos profundamente preocupados por asuntos relacionados con la salud mental, el uso de lenguaje provocador es ofensivo y potencialmente dañino”, se lee en el documento.
JVR