El proceso de juicio político contra Donald Trump arrancó este martes en el Senado de Estados Unidos, donde se establecieron las reglas que se seguirán.
Al inicio, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, estableció una serie de reglas y procesos que, dijo, son justas y equitativas, además de que se apegan a los precedentes establecidos unánimemente.
El proceso establecido por McConnell tendrá la siguiente estructura:
Primero, el Senado escuchará la presentación de apertura de los representantes de la Cámara de Representantes.
Posteriormente, escucharán la presentación de apertura del consejo presidencial.
Después, los senadores podrán indagar mayor información, haciendo preguntas escritas a cualquiera de las partes, a través del jefe de justicia.
Por último, con toda esa información obtenida, el Senado considerará si son necesarios más testigos o pruebas para evaluar si la Cámara de Representantes logró o no justificar el retirar la presunción de inocencia y deshacer el resultado de una elección democrática.
Dichas reglas fueron respaldadas por varios senadores Republicanos como Mitt Romney y Josh Hawley.
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Por su parte, el líder de la minoría demócrata, Chuck Schumer, acusó a los republicanos de implementar una farsa de juicio, pues aseguró que las reglas establecidas por McConnell no son justas y se hará un juicio sin evidencia verdadera ni se aceptará nuevas pruebas, además de que aseguró que buscan un proceso breve para absolver a Trump.
Posteriormente, gracias a las gestiones de la senadora Susan Collins, se aprobó que que cada parte del juicio tenga 24 horas de pruebas, durante tres días, además de que permitió que las transcripciones y documentos presentados por la Cámara de Representantes sean incluidos en el registro que llevará el Senado.
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