Millones de langostas que pululan en África Oriental como un plaga podrían agravar los problemas alimentarios en la zona, además de acrecentarse los pedidos de ayuda internacional, advierten los expertos.
Nubes de insectos voraces, que consumen su propio peso en alimentos todos los días, se han extendido desde Etiopía y Somalia a Kenia, en la peor infestación de la región desde hace décadas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estimó un enjambre en Kenia en alrededor de dos mil 400 kilómetros cuadrados, un área casi del tamaño de Moscú, y podría contener hasta 200 mil millones de langostas.
La víspera, la FAO anunció que esta invasión, la peor en 70 años, está amenazando la seguridad alimentaria y han pedido el apoyo internacional particularmente porque en las próximas semanas la situación podría ser peor.
“A medida que las lluvias comiencen en marzo, habrá una nueva ola de cría de langostas. Ahora es, por lo tanto, el mejor momento para controlar los enjambres y salvaguardar los medios de vida y la seguridad alimentaria de las personas, y evitar un mayor empeoramiento de la crisis alimentaria ", dijo David Phiri, coordinador subregional de la FAO para África Oriental, reportó la agencia Anadolu.
El organismo detalló que las langostas viajaron de África desde Yemen, invadiendo Etiopía, Eritrea y Somalia, diezmando los pastizales y afectando el sustento de miles de pastores nómadas."Es muy probable que Sudán del Sur y Uganda sean los próximos (en ser invadidos por langostas del desierto)", dijo Guled Atan, un representante de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo, un bloque comercial africano.
Mientras el Control de Langostas del Desierto para África Oriental (DLCO-EA) envió aviones para rociar pesticidas en Kenia. Aunque se les ha sugerido a los kenianos comerlas, en redes sociales explican que las langostas no son comestibles debido a la gran cantidad y su rápida reproducción.
África Oriental ya enfrenta inseguridad alimentaria previo a la llegada de las langostas, con la crisis que afecta a 19 millones de personas, según el Grupo de Trabajo de Seguridad Alimentaria y Nutrición.