Este jueves, la Organización Mundial de la Salud dio a conocer que la cepa del coronavirus, originada en Wuhan, China, es una “emergencia de salud pública de preocupación internacional”, por su rápida propagación.
Se trata de la sexta declaración de emergencia mundial en la historia: fue el caso del brote de ébola en 2014 y 2019; el surgimiento del zika en el continente americano, en 2016; la pandemia de la influenza H1N1, en 2009; y la erradicación de la poliomielitis en 2014.
¿Pero qué significa? Que el mundo está en el tercer grado de emergencia —en una escala de tres—. Es decir, la alerta máxima.
Sin embargo, en esta fase la OMS realiza acciones en países afectados y no afectados para prevenir o reducir la propagación internacional de una enfermedad infecciosa, en este caso del coronavirus, y evitar interferencias innecesarias con el tráfico internacional.
La OMS comparte sus conocimientos técnicos y articula las respuestas necesarias para proteger a las poblaciones de las consecuencias de las epidemias, cualquiera que sea su origen y dondequiera que se declaren.
La OMS tiene las siguientes definiciones para los grados de clasificación:
Grado 1: Evento que afecta a uno o varios países con consecuencias mínimas para la salud pública y que requiere una respuesta mínima de la oficina de la OMS en el país o una respuesta internacional mínima de parte de la OMS. El apoyo interno o externo que requiere la oficina de la OMS en el país es mínimo. El apoyo a la oficina en el país es coordinado por un punto focal en la oficina regional.
Grado 2: Evento que afecta a uno o varios países con consecuencias moderadas para la salud pública y que requiere una respuesta moderada de la oficina de la OMS en el país o una respuesta internacional moderada de parte de la OMS. El apoyo interno o externo que requiere la oficina de la OMS en el país es moderado. Un Equipo de Apoyo a Emergencias, que opera desde la oficina regional, coordina el apoyo a la oficina en el país.
Grado 3: Evento que afecta a uno o varios países con consecuencias sustanciales para la salud pública y que requiere una respuesta sustancial de la oficina de la OMS en el país o una respuesta internacional sustancial de parte de la OMS. El apoyo interno o externo que requiere la oficina de la OMS en el país es sustancial. Un Equipo de Apoyo a Emergencias, que opera desde la oficina regional, coordina el apoyo a la oficina en el país.
[caption id="attachment_1091640" align="alignnone" width="1068"] Funcionarios de salud revisan la temperatura corporal de los pasajeros que llegan de la ciudad de Wuhan al aeropuerto de Beijing, el miércoles 22 de enero de 2020. Foto: AP[/caption]
Con esta alerta, la OMS avisará a los países miembros que implementen planes de acción nacionales con el fin de que las capacidades básicas queden instaladas y en funcionamiento en todo su territorio.
También el organismo informa a todas sus oficinas en el mundo para que estén alerta en caso que se requiera su apoyo.
La preocupación de la OMS, es que el brote de coronavirus pueda llegar a países que tengan dificultades para atender la emergencia.
La declaratoria muestra solidaridad con China, donde se ha trabajado arduamente por encontrar una vacuna, y a la vez, es una medida para cuidar a los países a los que aún no ha llegado el virus, informó la OMS.
El coronavirus ha cobrado la vida de al menos 171 personas en China. También se han reportado contagios en el mundo, concretamente en personas que no viajaron al país asiático.
La OMS recomienda:
No hay razones para implementar medidas innecesarias que interfieran con el comercio y los viajes internacionales. La OMS no recomienda limitar viajes, comercio y movimientos.
Apoyar a naciones con sistemas de salud pública débiles.
Acelerar el desarrollo de vacunas, terapias y diagnóstico.
Combatir la propagación de rumores y desinformación.
Revisar planes de contingencia, identificar lagunas y evaluar los recursos necesarios para identificar, aislar y tratar casos de coronavirus para prevenir su transmisión.
Compartir información, conocimientos y experiencias con la OMS y el mundo.
Trabajar conjuntamente con un espíritu de solidaridad y cooperación para vencer a la epidemia.
