Li Wenliang, reprendido por la policía de su país por “difundir rumores” y alertar sobre el nuevo coronavirus, en diciembre pasado, falleció ayer, después de contraer la enfermedad “durante el combate contra la epidemia de neumonía”, anunció el Hospital Central de Wuhan.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) escribió en Twitter que para ellos el fallecimiento de Li es un caso que “entristece profundamente. Todos debemos rendir homenaje a la labor que realizó (sobre el virus)”.
Te puede interesar: Ya son 564 los muertos por coronavirus en China
El oftalmólogo de 34 años, era uno de los médicos en Wuhan que trató de advertir a sus colegas y a otras personas cuando el gobierno no lo hizo, según información del diario The New York Times. Además, señaló que luego de que la misteriosa enfermedad había afectado a siete pacientes en un hospital, Li dijo en un grupo de chat por Internet, el pasado 30 de diciembre, que estaban “en cuarentena en el departamento de emergencias”.
Otro miembro del chat respondió preguntando “¿El SARS está de regreso?”, en referencia al brote del síndrome respiratorio agudo grave de 2002-2003, que mató a cientos de personas, agregó el periódico estadounidense.
Las autoridades de salud de Wuhan citaron a Li a la mitad de la noche para que les explicara la razón por la que compartió la información, y posteriormente la policía lo obligó a firmar un comunicado en que el admitía “comportamiento ilegal”, señaló el Times.
“Si las autoridades hubieran divulgado la información sobre la epidemia antes”, comentó Li durante una entrevista a través de mensajes de texto, “creo que habría sido mucho mejor. Debería de haber una mayor apertura y transparencia”.
La muerte de Li conmocionó al país, como lo hizo la de un recién nacido en China, quien se convirtió en la persona de menor edad infectada con el virus. El bebé nació el pasado sábado en Wuhan y dio positivo a la infección tras apenas 36 horas de vida, informaron las autoridades. Sin embargo, no está claro cómo se contagió exactamente.
“El bebé fue separado de la madre tras el nacimiento y ha estado bajo lactancia artificial. No hubo un contacto cercano con los padres, pero se le diagnosticó la enfermedad”, comentó Zeng Lingkong, director de enfermedades neonatales en el Hospital Infantil de Wuhan. Zeng agregó que otras madres infectadas dieron a luz a bebés que dieron negativo, así que no se sabe si el virus se contagia en el útero.
sh