El cofundador de Microsoft, Bill Gates, advirtió, cinco años antes de la aprición del coronavirus, covid-19, de una epidemia que sería una catástrofe mundial.
Esto fue en 2015 durante una charla de la plataforma Ted Talks. "Cuando yo era niño, el desastre más temido era una guerra nuclear…Hoy la mayor catástrofe mundial no se parece a esto… Si algo ha de matar a más de 10 millones de personas en las próximas décadas, probablemente será un virus muy infeccioso más que una guerra. No misiles, sino microbios", afirmó el multimillonario.
Durante la conferencia, Bill Gates tomó como ejemplo el ébola cuya epidemia fue entre 2014 y 2016, y señaló que el problema para controlar dicha enfermedad era que no se tenía ningún sistema para enfrentar la epidemia.
“No había equipos de epidemiólogos listos a viajar, que hubiesen ido para ver qué cosa era esa enfermedad y cuánto se había expandido. Los informes se producían impresos en papel, hubo enormes demoras antes de ponerlos en Internet, y además eran terriblemente imprecisos", describió Bill Gates la situación con el virus cuya tasa de mortalidad alcanzaba entonces casi el 40 por ciento.
El multimillonario comentó que la epidemia del ébola se pudo contener por suerte y porque no llegó a zonas urbanas importantes, como lo es el coronavirus actualmente.
"Esto fue pura suerte. Si hubiese llegado a muchas más áreas urbanas, el número de casos habría sido mucho mayor. Pero la próxima vez podemos no tener la misma suerte”, dijo.
En febrero pasado Bill Gates publicó un artículo para The New England Journal of Medecine en donde dijo que el coronavirus, covid-19 se puede considerar como la enfermedad que va a preocupar a la humanidad en este siglo XXI.
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En su artículo el cofundador de Microsoft da algunos puntos con los que el considera que se le haría frente a esta enfermedad a la cual la compara con el gripe española de 1918.
Ente algunas de sus propuestas están que los gobiernos y los donantes deberían financiar instalaciones de fabricación que puedan bombear vacunas en cuestión de semanas, los países con mayor poder adquisitivo deberían suministrar a los países de bajos y medianos ingresos trabajadores de salud capacitados para monitorear la propagación del virus y administrar vacunas.
KR