Con un aumento de 951 decesos, es decir, 30 por ciento más que el martes, España se convirtió en el segundo país con la mayor cifra mortal, 3 mil 647 bajas, con lo que desplazó a China, donde la pandemia está controlada. En el gigante asiático, los fallecidos ascienden a 3 mil 287.
Según el último balance, el puntero trágico está en Italia, donde han muerto más de 7 mil 500 personas. Madrid también reportó una escalada de contagios: hasta ayer, 47 mil 610, es decir, 7 mil 937 más que en las 24 horas anteriores, con lo que los infectados crecieron 20 por ciento.
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Por comparar, en la jornada anterior el número de fallecidos creció 23 por ciento, mientras que el de infectados 20 por ciento. Hayunas 26 mil 960 personas hospitalizadas, de las cuales 5 mil 367 ya recibieron el alta médica.
La enfermedad en este país sigue pegando a funcionarios del gobierno: después de que la ministra de Igualdad, Irene María Monero, diera positivo, hace un par de semanas —un hecho que obligó a los reyes a hacerse la prueba, después de estar en contacto con ella—, la vicepresidenta del gobierno español, Carmen Calvo, dio positivo y está internada.
La escena típica de una Madrid de bares, las tradicionales cañas, y los turistas no existe. No sólo por lo que ya no hay —nadie camina por la Puerta del Sol—. La capital española parece una ciudad sitiada. Un hangar gigante en el que solían hacerse las ferias de turismo y congresos internacionales es ahora un hospital de campaña, colmado de pacientes infectados a los que nadie puede visitar.
A sólo cuatro minutos en auto, un centro comercial con restaurantes, negocios y cines es ahora una morgue masiva. Su gran pista de hielo olímpica tiene el frío necesario para el mantenimiento de los cadáveres que no dan abasto en enterrar.
La noche de ayer, ya jueves en España, el Parlamento votó a favor de la solicitud del gobierno de extender dos semanas el estado de alarma, que ha permitido aplicar restricciones de movimiento a nivel nacional, con la esperanza de contener el brote de la enfermedad por coronavirus.
La aprobación del Parlamento le permitirá al gobierno extender las estrictas medidas de confinamiento y cierre de comercios durante todo un mes. El gobierno declaró el estado de emergencia el pasado 14 de marzo y ahora durará, al menos, hasta el próximo 11 de abril.
El presidente español, Pedro Sánchez, solicitó la extensión de dos semanas, después de que se dispararan los decesos e infecciones en los últimos días. El Congreso sesionó con menos de 50 de sus 350 miembros en la Cámara, y el resto de los legisladores votó desde casa, para reducir el riesgo de contagio.
ATACA AL PERSONAL SANITARIO. La pandemia libra una guerra de desgaste contra los trabajadores de salud, y no ha ganado más batallas como en Italia y España, donde escasean los equipos de protección y el material para exámenes.
Los españoles están orgullosos de su sistema de salud universal, que suele considerarse una de las razones de su legendaria longevidad, pero la epidemia está dejando al descubierto algunas de sus deficiencias, resultado de varios años de recortes presupuestarios.
Videos y fotografías tomados en dos hospitales de la capital muestran pasillos y salas de emergencias llenos de enfermos, muchos de ellos conectados a tanques de oxígeno. Ayer, en el Hospital Universitario 12 de Octubre había gente en el piso a la espera de una cama.
Ayer, la cifra de personal médico infectado era de 6 mil 500 en todo el país, lo que representa 13.6 por ciento del total nacional y alrededor del 1 por ciento del personal médico en el sistema. Al menos tres trabajadores del sector murieron.
El dato: Se espera que España alcance el pico de contagios en los próximos días, tras los cuales debería notarse la mejora por las medidas de alarma.
lps
