Legisladores del mundo encabezados por Bernie Sanders demandaron a los dirigentes del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) que las instituciones financieras cancelen la deuda de los países más pobres como respuesta a la crisis del COVID-19, y provean a estos de mayor apoyo financiero para evitar una recesión económica global.
En una carta enviada a los líderes del BM y el FMI, respaldada por el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado mexicano, Ricardo Monreal, propusieron a ambos organismos gestionar "billones de dólares" en liquidez global -conocidos como Derechos Especiales, que no tienen costo- para evitar mayores incrementos en pobreza, hambre y enfermedad.
"Lideren con convicción para proveer un alivio de la deuda y asistencia financiera a todos los países más empobrecidos y con mayor riesgo de sufrir los costos humanos devastadores y las implicaciones a largo plazo del COVID-19", destacaron.
Sanders aseguró que lo que nos demuestra esta crisis es que tenemos que actuar como una comunidad global. Eso significa proteger a los más vulnerables.
Contenido relacionado: México se suma a iniciativa internacional para combatir COVID-19
"De cara a esta horrible pandemia, y a la recesión global, no podemos permitir que los países empobrecidos destinen dinero que deberían estar dedicando a la protección de la salud y seguridad de su gente para pagar deudas inestables.
"Tampoco podemos permitir que estos países se pierdan de los recursos que necesitan para adquirir comida, medicina, equipo protector y médico. Los pasos que la coalición de legisladores internacionales proponen no es radical. Es lo mínimo que deben hacer estas instituciones para prevenir un incremento inimaginable de pobreza, hambre y enfermedad que amenaza a cientos de millones de personas", señaló el legislador independiente estadounidense.
Por su parte, la congresista demócrata Ilhan Omar aseguró que el COVID-19 representa una crisis de salud pública y economía global, por lo cual la comunidad internacional debe aprovechar esta oportunidad para aliviar a quienes están sufriendo, mediante la cancelación de la deuda de naciones en vías de desarrollo.
Estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señalan que la crisis del COVID-19 podría incrementar la pobreza global con más de medio billón de personas -8 por ciento de toda la población humana-; en tanto que el Programa Alimentario Mundial predice que habrá 256 millones de personas al borde de la hambruna.
Mientras que los países en vías de desarrollo tienen alrededor de 11 billones en deuda externa; 3.9 billones de deuda que vence este año. Unos 64 países actualmente pagan más en su deuda que en servicios de salud, según datos de organismos internacionales.
Frente a ello, los más de 300 legisladores destacaron que la suspensión temporal y el aplazamiento de la deuda no serán suficientes para ayudar a estos países a priorizar el manejo sostenible de la crisis actual.
Entre los legisladores firmantes están Golriz Ghahraman, del Partido Verde de Nueva Zelanda; el Asambleista francés, Jean-Luc Mélénchon; Adam Bandt, líder del Partido Verde australiano; Ofer Cassif, Aida Touma-Sliman, y Ayman Odeh, miembros del Knesset israelí; Maya Fernández Allende, nieta de Salvador Allende; y el senador Colombiano Gustavo Petro.
gi