La violencia que se vio la semana pasada en protestas por la muerte del afromericano George Floyd se diluye cada vez más en las calles, donde las expresiones de indignación han asumido la bandera de la paz, para exigir una reforma profunda a un sistema de justicia que privilegia a los blancos.
Pero para la administración Trump esta demanda no tiene razón de ser, ya que, en palabras de su fiscal, William Barr, “no existe en EU el racismo sistémico”.
La declaración del procurador de Estados Unidos, rechazada inmediatamente por las masas que han colmado las principales ciudades del país en los últimos 13 días, hizo que muchos de los activistas afirmen que su trabajo está lejos de terminar, ya que será necesario mantenerse en pie de lucha contra los prejuicios arraigados y piden cambios radicales.
Entre estas reformas, avanza la presión para que la policía sea abolida. El concepto se ha convertido en un tema de interés creciente. Los partidarios del movimiento Black Lives Matter (BLM) piden la acción como un paso hacia la lucha contra el racismo institucionalizado dentro de los departamentos de seguridad.
Algunos piensan que la medida es un intento de dejar de proporcionar dinero a la Policía, pero la cofundadora de BLM, Alicia Garza, explicó que la iniciativa busca redistribuir recursos de los departamentos policiacos, que han sido financiados hasta el punto de la militarización, en otras iniciativas de construcción de la comunidad, como vivienda y educación.
El presidente Trump usó esta idea para atacar a su rival político: “(Joe) Biden y los demócratas radicales de izquierda quieren ‘defundir la policía. Quiero una aplicación de la ley excelente y bien pagada. ¡Quiero Ley y Orden!”, tuiteó.
Mientras tanto, nueve miembros del concejo municipal de Minneapolis, la ciudad donde fue asesinado George Floyd, anunciaron planes para disolver el Departamento de Policía local. Aunque no ofrecieron una línea de acciones del plan, dijeron que están “dando pasos intermedios para terminar” con la fuerza de seguridad.
“Es nuestro compromiso poner fin a la vigilancia tal como la conocemos, y recrear sistemas de seguridad pública que realmente nos mantengan seguros”, dijo la presidenta del consejo, Lisa Bender, durante una manifestación. “Está claro que nuestro sistema de vigilancia y seguridad pública no está funcionando para muchos de nosotros. Nuestros esfuerzos de reforma incremental han fallado”.
A medida que las manifestaciones se volvieron más pacíficas, Trump anunció el retiro de tropas de la Guardia Nacional de la capital, una señal de que las tensiones disminuyen; sin embargo, el magnate recalcó que apenas vea nuevas inflamaciones, repondrá la política de mano dura. “Se irán a casa, pero pueden regresar rápidamente si es necesario”, advirtió.
Marea de indignados abarrota Copenhague
SOLIDARIDAD EXTRANJERA. Miles salieron ayer a las calles de varias ciudades de Europa, en una muestra de apoyo al movimiento Black Lives Matter. En el puerto inglés de Bristol, manifestantes expresaron su indignación por el pasado colonial del país, donde derribaron la estatua de un esclavista del siglo XVII.
No fue el único monumento que sufrió daños. En Bruselas, la estatua del antiguo rey Leopoldo II fue vandalizada con la leyenda “vergüenza”, en referencia al hecho de que se dice que su reinado le costó la vida a más de 10 millones de congoleses.
Los indignados también dañaron la estatua del exprimer ministro británico Winston Churchill, en el centro de Londres, tachando su apellido y sustituyéndolo con la leyenda “era un racista”. Además le fue colocada una pancarta de Black Lives Matter en el torso.
Nueva York levanta histórico toque de queda
Antes de lo planeado, autoridades de la ciudad de los rascacielos pusieron fin al toque de queda impuesto a raíz de las protestas contra la brutalidad policial, después de una noche pacífica, libre de enfrentamientos y saqueos.
“Quiero agradecer a todos lo que han expresado sus posturas pacíficamente”, declaró el alcalde Bill de Blasio. “He tomado la decisión de finalizar el toque de queda. Y honestamente, espero que sea la última vez que lo necesitemos”.
La medida supuso la primera vez que Nueva York estuvo bajo una restricción policiaca en décadas. El alcalde había establecido que se mantuviera en vigor al menos durante todo el domingo, frente a nuevas protestas.
Las autoridades planeaban levantarlo al mismo tiempo que la ciudad inicia la primera fase de la reactivación económica, después de casi tres meses de confinamiento debido a la pandemia del coronavirus.
El dato: El crimen racial ya provocó que una decena de ciudades estadounidenses prohibiera el sometimiento de los oficiales de seguridad a cualquier persona bajo custodia.