Después de cuatro días de ceremonias y movilizaciones ciudadanas que le rindieron homenaje en Estados Unidos, el cuerpo del afroamericano George Floyd se encuentra en la iglesia Fountain of Praise en Houston, Texas, el lugar donde creció y donde será enterrado junto a su madre.
El reverendo y activista por los derechos civiles, Al Sharpton, quien la semana pasada apeló a las exequias de Floyd para llamar a la comunidad afroamericana con la frase “quiten su rodilla de nuestros cuellos”, en referencia a la manera en que murió Floyd en manos de un policía blanco, dirigirá el servicio conmemorativo privado.
Afuera, los dolientes cantan himnos para honrar al padre de una niña de seis años, cuya vida terminó el pasado 25 de mayo después del arresto por supuestamente pagar en una tienda con un billete falso de 20 dólares, en Minneapolis.
Después de la ceremonia religiosa, se espera que una gran procesión de dolientes acompañe el ataúd de Floyd a su lugar de descanso final.
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