El mundo supera los 8,000,000 de contagios

China cierra su capital, que afronta nuevo brote

Pekín bloquea sus accesos, mientras intenta someter a pruebas al mayor número de habitantes; Europa, origen de la nueva ola, afirma el gigante asiático

Un estadio olímpico en Pekín, sede de las pruebas masivas, ayer.
Un estadio olímpico en Pekín, sede de las pruebas masivas, ayer.

La capital china se convirtió en un nuevo foco rojo de Covid-19. Ayer, Pekín registró más de 100 casos de la pandemia, a medida que las restricciones de bloqueo se alivian en el gigante asiático y en una buena parte de los países de Europa, donde parece que la enfermedad está bajo control.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) usó el ejemplo de Pekín para advertir a los países que, sin importar los progresos, deben mantener la guardia porque el riesgo aún es latente.

Aplican pruebas de detección de COVID-19 a trabajadores en una gran fábrica de Wuhan, en China, el 15 de mayo de 2020.
Aplican pruebas de detección de COVID-19 a trabajadores en una gran fábrica de Wuhan, en China, el 15 de mayo de 2020.

Si bien el centro político del gigante asiático no ha reportado víctimas de la enfermedad, su tamaño y conectividad hace que esta segunda ola contagiosa preocupe al mundo, cuando el reporte global de infecciones cruzó ayer el umbral de los 8 millones, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins.

“Incluso en países que han demostrado la capacidad de suprimir la transmisión, los países deben mantenerse alertas ante la posibilidad de resurgimiento”, dijo el jefe de la organización, Tedros A. Ghebreyesus.
Tedros A. Ghebreyesus, director general de la OMS, el 30 de enero de 2020.
Tedros A. Ghebreyesus, director general de la OMS, el 30 de enero de 2020.

La semana pasada, China reportó un nuevo grupo de casos en Pekín, después de más de 50 días sin registros en esa ciudad. Varios distritos de la metrópoli establecieron puestos de control de seguridad, cerraron escuelas y ordenaron a las personas que se hicieran la prueba del coronavirus, después de un aumento inesperado relacionado con el mayor mercado mayorista de alimentos.

Ayer, en una sofocante tarde, los policías bloquearon carreteras cerca del complejo del Centro Deportivo Guangan, que sirve de sede a las brigadas de salud para someter a miles a pruebas. Los guardias de seguridad advirtieron al público que se mantuviera alejado mientras los residentes hacían fila para saber si estaban libres de Covid-19, una escena ya vista en la ciudad de Wuhan, el brote del virus, donde las autoridades lanzaron la campaña de detección más ambiciosa, dirigida a sus 11 millones de habitantes.

La hazaña en Wuhan resultó benéfica, cuando se logró abatir la amenaza de una segunda ola, gracias a que las autoridades sanitarias locales detectaron y aislaron a las personas con casos asintomáticos que pudieron desencadenar una nueva crisis de salud pública.

Gráfico
Gráfico

Con megáfonos, personal sanitario dictó instrucciones a los habitantes de Pekín, para explicarles cómo debían salir de casa, con el rostro cubierto, en grupos y sin tocarse, para tomar la prueba.

Un trabajador de salud dijo a Reuters que el gobierno practicó “miles de pruebas gratuitas”. El funcionario, reportó la agencia de noticias, mostró una lista de varias docenas de nombres de un vecindario en el oeste de Pekín. En una de las jornadas, los residentes ingresaron a un campo de futbol para someterse a dispositivos de hisopos de ácido nucleico.

Las detecciones comenzaron el pasado sábado y se han expandido en una respuesta que el gobierno llama “emergencia en tiempos de guerra”.

Casi 80 enfermos de Covid-19 se vinculan al extenso mercado de Xinfadi, en el sur de la ciudad. El establecimiento fue clausurado antes de que los funcionarios de salud se desplazaran por la ciudad para rastrear a quienes estuvieron en el mercado o que han convivido con personas ligadas a él.

OMS LE PIDE MÁS INFORMACIÓN. Frente a esta situación, el director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS indicó que espera que China comparta las secuencias genéticas del resurgimiento del coronavirus en Pekín, algo que aún no hace.

Autoridades chinas precisaron que su análisis del virus muestra que se originó en Europa, pero todavía no han compartido las secuencias con la OMS y la comunidad científica mundial.

En un comunicado de prensa, Ryan destacó que descubrir que este genoma del virus “podría representar una cepa comúnmente transmitida en Europa” es relevante, pero para validar la hipótesis se requiere que la secuencia sea verificada.

ntb

Temas: