El mundo superó ayer otro hito de casos globales del nuevo coronavirus: más de 9 millones desde ayer, una cifra alcanzada en sólo cinco días. Apenas el pasado 17 de junio, los principales monitores de la pandemia alertaban de los históricos 8 millones de enfermos por Covid-19, que también se contaron una semana después de que se registraran los 7 millones.
La escalada se da cuando el número de infecciones crece a una tasa de alrededor de 1 o 2 por ciento al día, desde principios de este mes, cuando muchas naciones toman medidas para relajar el bloqueo preventivo y cuando países que destacaron por el mejor control pandémico se encuentran frente a rebrotes agresivos que los han orillado a retomar el bloqueo.
Al cierre de esta edición, las muertes mundiales superaron los 471 mil, un número que se ha duplicado en las últimas siete semanas, de acuerdo con el conteo de la Universidad Johns Hokins.
Los casos se elevan particularmente en los países más poblados, como Brasil, que ya tiene más de un millón de contagios, e India, que alberga a la segunda mayor población mundial, después de China, ahora se posiciona como el cuarto brote, a poco de desplazar a Rusia.
El país más grande de América Latina ha registrado con frecuencia más de mil muertes al día en el último mes.
“Ciertamente, los números están aumentando porque la pandemia se está desarrollando en varios países poblados al mismo tiempo y en todo el mundo”, dijo el experto en emergencias de la OMS, Mike Ryan, en una sesión informativa en línea, ayer.
La OMS también externó su preocupación por Alemania, donde la tasa de reproducción del virus llegó a 2.88 el pasado domingo, muy por encima del nivel máximo de una transmisión por persona necesaria para contener la enfermedad en el largo plazo.
El mayor desafío global, dice la OMS, está en remediar la baja inversión de los países en el sector salud, una de las insistencias en las recomendaciones que el organismo considera clave para combatir una crisis de la proporción de la pandemia actual.
Ni siquiera los países más afectados alcanzan el 20 por ciento de su PIB para la inversión pública en salud: Estados Unidos, que es por mucho el epicentro global, alcanza el 14 por ciento, según cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos; Brasil, que está en la segunda posición, invierte 4 por ciento.
Italia y España, que fueron de los primeros puntos calientes en Europa y en el mundo apenas superan el 6 por ciento cada uno, y China, donde se originó el brote, 2.9 por ciento, casi la misma inversión de México (2.8), según el mismo reporte.
La cobertura de salud universal sigue siendo la gran deuda de los gobiernos y fue un llamado que refrescó ayer el jefe de la OMS, Tedros A. Ghebreyesus, al insistir en que sólo de esta manera se logrará derrotar a la pandemia. Pero las naciones aún muestran resistencias, sobre todo los que ostentan las cifras más preocupantes.
En EU, por ejemplo, el presidente Donald Trump lucha por derribar un seguro de salud de su antecesor, que intenta cubrir a los sectores vulnerables, el llamado Obamacare, y ahora, en plena contingencia, informó que pidió a sus funcionarios que se ralenticen las pruebas de detección, clave en el control de la pandemia.
Los demócratas afirman que el magnate aún tiene una bolsa de más de 14 millones de dólares que no ha gastado para ampliar las pruebas de detección.
Estados Unidos lidera el ranking mundial de infecciones, con aproximadamente 2.3 millones o 25 por ciento de todos los casos reportados.
El registro oficial muestra que la enfermedad respiratoria se propaga más rápido en América Latina, que ahora representa 23 por ciento de todos los casos.
INMUNIDAD SE MARCHITA
Un nuevo estudio chino descubrió que los niveles de anticuerpos en pacientes con coronavirus pueden disminuir apenas meses después de una infección.
El ensayo rastreó los niveles de anticuerpos en una muestra relativamente pequeña de 74 pacientes, la mitad de ellos sintomáticos. Los datos recopilados sugieren que “los individuos asintomáticos tuvieron una respuesta inmune más débil a la infección por SARS-CoV-2”, escribieron los científicos.
Para muchos enfermos sintomáticos y asintomáticos, los niveles de anticuerpos cayeron dos o tres meses después de la infección.
Algunos países han reflexionado sobre los “pasaportes de inmunidad”, que permitirían a pacientes con coronavirus recuperados desplazarse más libremente.
El estudio fue realizado por varios institutos de investigación chinos, incluida la Universidad de Medicina de Chongqing, y fue publicado por la revista Nature Medicine la semana pasada.