Un nuevo brote acecha en Alemania. El país, que fue elogiado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por su gestión de la pandemia y que ya había relajado sus restricciones, comenzó un retorno paulatino a lo que las autoridades llamaron un reconfinamiento preventivo, para evitar que una nueva ola de Covid-19 arrase a la economía más grande de Europa.
En un inicio, un gran número de pruebas de diagnóstico clínico, rastreo masivo de casos y la preparación de hospitales mitigaron el brote, que llegó al país desde China. Las políticas hicieron que la tasa de mortalidad en Alemania fuera cinco veces menor que la británica. Hasta ayer, el país había confirmado 8 mil 899 fallecimientos por el virus, un número muy inferior.
Pese a todo, un segundo brote reencendió las alertas: más de mil 500 personas dieron positivo al Covid-19 en una planta procesadora de carne, ubicada en el estado más poblado, Renania del Norte.
A principios de mayo, el gobierno federal de Angela Merkel dio luz verde a una reapertura controlada de las actividades económicas y de las reuniones de los alemanes en centros recreativos, bares, cines o restaurantes, con la condición de que a la mínima señal de nuevos brotes, las autoridades locales ordenaran un nuevo encierro. Esto es justo lo que ahora ocurre.
Ayer, el gobernador de Renania impuso una cuarentena de una semana en el condado de Rheda-Wiedenbrueck, que ha registrado un gran aumento de casos, asociado a la planta de carne.
Unos 600 mil residentes de esta zona y partes del condado vecino volverán a quedar bajo las mismas restricciones que había en todo el país en marzo y abril, durante las primeras fases de la pandemia, indicó el gobernador Armin Laschet.
Esto incluye limitar las reuniones a personas que ya conviven, dijo Laschet.
Cines, gimnasios y bares volvieron a cerrar la cortina, aunque los restaurantes podrán recibir aún a clientes, en grupos controlados que provengan del mismo hogar. Hasta ayer, el condado sólo había cerrado escuelas y guarderías.
Las medidas se levantarán, según lo pactado, el 30 de junio, pero si la situación no mejora el confinamiento se extenderá, indicó Laschet, quien evitó concretar cómo se medirá el éxito del cierre.
Guetersloh, hogar de unas 100 mil personas, y la vecina de Warendorf, se convirtieron en las primeras áreas en Alemania en caer bajo medidas de un nuevo cierre.
Laschet se había destacado por liderar los esfuerzos para que Alemania aliviara sus restricciones de cierre; ahora se dijo muy determinado en que los bares, museos, galerías, cines, salas deportivas, gimnasios y piscinas en Guetersloh y Warendorf estén bloqueados; también se prohibirían los picnics y las barbacoas.
“Levantaremos la medida lo antes posible, cuando tengamos certeza sobre la seguridad de la infección”, dijo el gobernador, ayer. “Es una medida preventiva”.
Con los cerca de mil 500 trabajadores de la planta que dieron positivo a la pandemia, se reportaron varios familiares de estas personas con el virus y otras 24 sin conexión, que también resultaron con la enfermedad, informaron las autoridades.
Laschet es un conservador que aspira a suceder a la canciller Angela Merkel cuando su cuarto mandato expire el próximo año. Nuevos brotes en su estado podrían dañar sus posibilidades políticas.
Los primeros ministros estatales de Alemania acordaron actuar localmente donde sea posible para suprimir el virus y ahora no hay justificación para una acción más amplia, dijo Laschet.
Más temprano, ayer, el jefe del Instituto Robert Koch para la salud pública, Lothar Wieler, dijo que los brotes locales habían sido un factor importante detrás de un aumento en los últimos días en la tasa de reproducción del coronavirus, que actualmente se estima en 2.76.
Una tasa de reproducción, o ‘R’, de 2.76 significa que cerca de 100 personas que han contraído el virus infectan, en promedio, a otras 276.
Ojo por ojo; ahora UE restringe a viajeros estadounidenses
Los países de la Unión Europea están preparados para bloquear el ingreso de ciudadanos estadounidenses, ya que, afirman, su país no ha logrado controlar la pandemia.
De acuerdo con fuentes citadas por The New York Times, Estados Unidos, que tiene la mayoría de los casos de coronavirus en el mundo, estaría en la misma categoría que el punto más caliente de Brasil y Rusia, lo que alienta la decisión de bloqueo desde Bruselas.
Dicha prohibición a los viajeros estadounidenses sería un duro golpe para el presidente Donald Trump, quien meses atrás también optó por impedir el paso de ciudadanos europeos a Estados Unidos.
El club estableció que permitirá la recepción de visitantes con base en tres criterios: sus países deberán tener el virus bajo el mismo control que la UE, tener medidas de contención y que estén dispuestos a dejar entrar a los visitantes europeos.