Un juez brasileño ordenó al presidente Jair Bolsonaro que rectifique su comportamiento “irrespetuoso” de no usar un cubreboca cuando circula en eventos públicos y poner el ejemplo en un país que ayer sumó casi 40 mil nuevos casos de coronavirus en 24 horas, el registro más alto del mundo.
El presidente ha provocado indignación al ignorar repetidamente las medidas diseñadas para frenar el avance de una pandemia de coronavirus, que ha matado a más de 50 mil brasileños.
El populista de derecha ha hecho una sucesión de apariciones en protestas, tiendas y fiestas, usando una máscara incorrectamente, o nada en absoluto. En respuesta a estas conductas, un juez federal dictaminó que Bolsonaro no está por encima de las leyes y enfrentará una multa diaria de 2 mil reales (alrededor de 400 dólares) si continúa infringiendo las reglas. El uso de máscaras en Brasilia desde finales de abril es obligatorio.
De acuerdo con una transcripción publicada por el periódico Estado de São Paulo, el juez Renato Coelho Borelli dictaminó: “el presidente de la República debe tomar todas las medidas necesarias para evitar la transmisión de Covid-19, ya sea para proteger su propia salud o la de quienes lo rodean”.
Aunque no hay consenso dentro de la comunidad médica/científica sobre la difusión de Covid-19 por portadores asintomáticos, acota el juez, “en el mejor de los casos es irrespetuoso salir en público sin usar recubrimiento facial, lo que pone en riesgo la salud de otras personas”.
Borelli citó el juramento de Brasil en el que los presidentes prometen “defender y cumplir la Constitución, obedecer las leyes (y) promover el bienestar” del pueblo brasileño.
“Es decir, el presidente está constitucionalmente obligado a seguir las leyes vigentes en el país, así como a promover el bienestar de la población, lo que significa tomar las medidas necesarias para prevenir la propagación de un virus que se está propagando rápidamente y con frecuencia en silencio”.
Y concluyó que nadie, ni siquiera el jefe del Ejecutivo, puede mantenerse al margen de las normas.
En otros frentes, Jair Bolsonaro ha desafiado de manera abierta el consenso entre los expertos en salud pública para frenar el brote.
El presidente criticó las órdenes de cierre y distanciamiento social emitidas por gobernadores y alcaldes, al sostener que su daño económico es peor que la enfermedad, a la que califica como “una gripe leve”.
Haciéndose eco de su par estadounidense, Donald Trump, también ha promovido medicamentos no probados para tratar el nuevo coronavirus.
Pero su desafío más visible ha sido ir sin máscara en una serie de manifestaciones en Brasilia, sosteniendo bebés para tomar fotos y estrechándole la mano a sus simpatizantes.
- El dato: La Universidad de Oxford inició pruebas de su vacuna experimental en Sao Paulo, el lunes, y en Río de Janeiro, a partir del miércoles.