El gobernador de Texas, Gregg Abbout, un político republicano cercano al presidente Donald Trump, anunció este jueves una "pausa" en el desconfinamiento que inició el estado más grande del país, debido "al reciente aumento de casos de COVID-19 y de las hospitalizaciones".
"Esta pausa temporal ayudará a nuestro estado a contener la propagación (del coronavirus) hasta que podamos ingresar en la nueva fase de reactivación de los comercios", escribió el gobernador en comunicado, en el que también pidió a la población usar cubrebocas y respetar el distanciamiento físico.
Texas fue uno de los primeros estados del país en reabrir su economía. Desde el 1 de mayo, los restaurantes, centros comerciales y tiendas se pusieron al servicio público con capacidad reducida. Bares, peluquerías y salones de belleza hicieron lo mismo semanas después.
La declaración del gobernador se produce cuando los restaurantes podían llenar hasta e 75 por ciento su aforo habitual.
RESPONDE A CRISIS HOSPITALARIA
A partir de mañana, viernes, Abbott también detendrá las operaciones quirúrgicas no esenciales en las principales ciudades, "para garantizar que los hospitales continúen teniendo suficientes camas disponibles para tratar a los pacientes de COVID-19”.
El Centro Médico de Texas, en Houston, considerado uno de los mejores hospitales del mundo, advirtió que la ocupación de sus camas de internamiento estaba casi al tope de su capacidad, con 97 por ciento y el pasado martes, el Hospital Infantil de Texas anunció que admitiría a pacientes adultos, con la finalidad de ayudar al alivio de otros nosocomios saturados.
Texas es uno de los estados del sur del país donde la epidemia ha sufrido un fuerte repunte desde principios de junio. Las autoridades locales informaron el miércoles de 5 mil 551 nuevos casos en un día, la cifra diaria más alta registrada en este estado. Desde el comienzo de la epidemia, Texas ha reportado 125 mil 921 casos y 2 mil 249 muertes.
ntb