Las hospitalizaciones por coronavirus en Nueva York, el estado que hace dos meses se erigía como el principal foco infeccioso en Estados Unidos, bajaron a menos de mil, por primera vez desde el 18 de marzo, dijo este jueves el gobernador Andrew M. Cuomo.
El estado también registró 17 nuevas muertes de COVID-19, "uno de los números más bajos desde que comenzamos", dijo Cuomo en una entrevista para la cadena CNN.
Un día antes, al anunciar una cuarentena obligatoria de 14 días para cualquiera que viniera a Nueva York desde estados con alta propagación viral, enfatizó el dramático cambio en su estado desde los primeros días de la pandemia.
Lo que comenzó como el punto caliente más afectado de la nación ahora tiene uno de los casos de aumento más lento en el país, aunque su número total de muertes sigue siendo el más alto, tanto en cifras brutas como en relación con la población.
Cuomo comparó su gestión con la de otros gobernadores que han sido más rápidos en abrir sus estados y que ahora pagan una factura de crecientes infecciones y hospitalizaciones.
Todos me criticaron diciendo que simplemente abriera la economía, que estaba exagerando, que no escuchara a todos estos científicos... eso es sólo un alarmismo. No lo fue, dijo.
Cuomo fue pesimista sobre las perspectivas del país, incluso cuando Nueva York alcanza hitos alentadores, por lo que espera que decenas de miles de estadounidenses mueran en la pandemia.
“Es una verdadera tragedia estadounidense que estamos viviendo en este momento”, concluyó.
ntb
