El Telescopio Muy Grande (VLT por sus siglas en inglés) del Observatorio Europeo Austral captó las primeras imágenes de un sistema solar como el nuestro, el cual consta de u sol y dos planetas gigantes gaseosos que orbitan a su alrededor. Las imágenes se obtuvieron en el desierto chileno de Atacama.
El atractivo de esta foto grupal radica en que es una "versión muy juvenil de nuestro propio sol", dijo el director del estudio, Alexander Bohn, de la Universidad Leiden de Holanda.
Bohn dijo que se sentía "extremadamente entusiasmado" por el descubrimiento. "Es la primera vez que los astrónomos pueden captar semejante foto", dijo en un correo electrónico.
Las observaciones ayudarán a los científicos a comprender mejor la evolución de nuestro propio sistema solar.
¿Cómo confirman la existencia de un planeta?
Para confirmar la existencia de planetas en torno de otras estrellas, los astrónomos recurren a la atenuación, breve pero periódica, de la luz de la estrella, lo cual indica la presencia de un planeta en órbita a su alrededor.
Estas observaciones indirectas han identificado miles de planetas en nuestra propia Vía Láctea.
Es mucho más difícil e inusual que un telescopio observe directamente estos llamados exoplanetas. Encontrar dos en torno a una misma estrella es aún más raro. Sólo se han hallado dos sistemas solares multiplanetarios por medio del método directo, ambos con estrellas muy distintas de nuestro Sol, según el observatorio.
De los 4 mil 183 exoplanetas confirmados hasta la fecha, sólo se poseen imágenes directas de 48, apenas el 1%, de acuerdo con estadísticas de la NASA.
La imagen directa brinda la mejor posibilidad de detectar vida fuera del sistema solar, si es que existe, dijo Bohn. Al observar la luz reflejada por los propios planetas, se pueden analizar sus atmósferas en busca de moléculas y elementos indicadores de la presencia de vida.
El estudio publicado el miércoles en Astrophysical Journal Letters revela "una instantánea de un ambiente muy similar a nuestro sistema solar, pero en una etapa mucho más temprana de su evolución", dijo Bohn.
La estrella, llamada oficialmente TYC 8998-760-1 y situada en la constelación de la Mosca, tiene apenas 17 millones de años. Nuestro sol tiene 4 mil 500 millones de años.
Las órbitas de los dos gigantes gaseosos son mucho más distantes del joven sol que las de Júpiter y Saturno del nuestro: un año calendario suyo equivale a miles de años nuestros. Sus masas también son mucho mayores que las de nuestros planetas externos.
Los científicos tomaron numerosas imágenes de este sistema solar joven a lo largo del año pasado para verificar los hallazgos, al tiempo que revisaron datos anteriores. Un disco en el telescopio llamado coronógrafo bloquea la luz de la estrella, lo que permite visualizar los planetas.
Por ahora no hay pruebas de la presencia de otros planetas en torno a la joven estrella, "pero sin duda es posible y podrían ser demasiado tenues", dijo Bohn.
KA