Luego de varias horas de manifestaciones pacíficas el sábado en un suburbio de Atlanta, Georgia, donde se alza un gran monumento a la Confederación, grandes contingentes policiales intervinieron para dispersar a la gente al registrarse peleas.
Varias decenas de manifestantes de derecha, algunos con banderas confederadas y aparejos militares, se congregaron en el centro de Stone Mountain. Allí se toparon con una contramanifestación de algunos cientos, con carteles y playeras de apoyo al movimiento Black Lives Matter. En ambos grupos había gente con fusiles.
Durante varias horas hubo escasa presencia policial visible y los enfrentamientos se reducían a algunos empujones y discusiones airadas, pero poco antes de la 1 de la tarde, empezaron los puñetazos, patadas y pedradas. En ese momento intervino la policía antimotines. Para las 2, ya casi no había manifestantes en el lugar.
Grupos de derecha acaudillados por una organización de Arkansas llamada Confederate States III habían pedido permiso para realizar un acto en el Parque Stone Mountain, donde se alza una gigantesca escultura de líderes de la Confederación esclavista. El acto era en respuesta a una marcha realizada por un grupo negro el 4 de julio, Día de la Independencia, pero al negárseles el permiso a concentrarse en el parque, los manifestantes se concentraron en la ciudad adjunta de Stone Mountain.
Los manifestantes del 4 de julio, en su gran mayoría negros, pronunciaron discursos contra la gran escultura en la que aparecen el general Robert E. Lee, el presidente de la Confederación, Jefferson Davis y el general Thomas J. “Stonewall” Jackson.
Tallada en bajorrelieve en una ladera de granito, es el monumento a la Confederación más grande que haya existido. Los 100 a 200 manifestantes, muchos de ellos con fusiles, protestaron de manera pacífica.
Aunque el parque ha sido históricamente un lugar de reunión para los supremacistas blancos, la ciudad contigua de Stone Mountain tiene en la actualidad una población mayoritariamente negra.
JVR