La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) lamentó que la Organización de Estados Americanos (OEA) no desee avanzar en la renovación del secretario general de la CIDH, lo que consideraron como un embate contra su independencia y autonomía.
A través de un comunicado, el organismo internacional consideró como urgente el cambio, pues aseguró que es necesario un proceso de transformación y modernización de las labores de la comisión; además, requieren de un perfil que lidere el proceso de conclusión del Plan Estratégico 2017-2021.
Asimismo, buscan construir un nuevo plan para el futuro, acorde a la protección de derechos humanos que es el objetivo primordial de la CIDH.
Historia del conflicto
El 27 de julio de 2016, la CIDH seleccionó a Paulo Abrã como Secretario Ejecutivo y se remitió su nombre al Secretario General de la OEA, Luis Almagro, quien confirmó la selección y lo designó para el puesto, habiéndose posesionado en el cargo el 16 de agosto de ese mismo año.
Durante la sesión realizada en México del 8 al 9 de enero de 2020, la CIDH decidió por unanimidad renovar el mandato de Paulo Abrã como Secretario Ejecutivo para el periodo 2020-2024, lo cual se comunicó el mismo 9 de enero por nota oficial al Secretario General de la OEA.
El 15 de agosto de 2020, último día de la vigencia contractual, el Secretario General de la OEA comunicó a la CIDH, sin consulta previa, su determinación de abstenerse “de avanzar en el proceso de nombramiento del Secretario Ejecutivo” de la CIDH; lo que en la práctica se traduce en una negativa a extender el contrato laboral, trámite requerido para dar continuidad administrativa al mandato del Secretario Ejecutivo.
En un comunicado, "la Comisión anuncia a la comunidad internacional que esa decisión unilateral del Secretario General constituye un franco desconocimiento de su independencia y autonomía, que busca la separación de facto del Secretario Ejecutivo, y dejar sin efectos la decisión de renovación adoptada 8 meses antes por la CIDH".
SRE manifiesta su preocupación
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mostró su preocupación por la situación que pasa la CIDH, pues aseguró que la OEA atenta contra su autonomía.
“En ese sentido, el Gobierno de México no respaldará acciones que tengan por efecto menoscabar la autonomía e independencia de la CIDH, así como pasar por alto los instrumentos fundamentales que norman su mandato y actuación, los cuales expresan claramente la voluntad de la Membresía y sustentan la práctica desarrollada en torno a sus atribuciones”, destacó la cancillería en un comunicado.
KA
