Una niña de 14 años, sobre cuya casa cayó un árbol, se convirtió en la primera víctima mortal del huracán Laura, uno de los más poderosos que ha llegado a Estados Unidos en las últimas décadas.
El reporte fue confirmado por el gobernador de Louisiana, John Bel Edwards, quien junto con su homólogo de Texas, Greg Abbott, dijeron que los equipos de búsqueda y rescate siguen trabajando, pero hasta el momento no han recibido informes de más víctimas fatales.
Abbott dijo que las miles de evacuaciones impidieron las muertes en Texas. Edwards sostuvo que la evaluación de los daños apenas comienza.
Sospecho que no será el último, aunque rezo para que no tengamos más, dijo Edwards.
El gobernador no dijo dónde ocurrió la muerte, pero un portavoz de la gobernadora dijo a los medios locales que ella vivía en Vernon Parish, al norte de Lake Charles, Lousiana.
Parece que hay más daños estructurales por el viento y un poco menos de daños por inundaciones de lo que habíamos anticipado, dijo Edwards.
Las autoridades solicitaron a los residentes desalojar, pero no todos les hicieron caso en una zona que ya quedó devastada por el paso del huracán Rita en 2005.
El Centro Nacional de Huracanes dijo que Laura azotó la costa con vientos de 240 kilómetros por hora en la madrugada cerca de Cameron, una población de 400 personas unos 50 kilómetros al este del límite con Texas. Los meteorólogos habían dicho que sería “imposible de sobrevivir” a la marejada, la cual provocaría daños “catastróficos”.
Horas después, Laura se degradó hasta categoría 1, pero el riesgo continuaba latente.
ntb