Sin distancia social, más de mil 500 sillas fueron colocadas en el jardín sur de la Casa Blanca para el discurso de aceptación de la candidatura republicana de Donald Trump.
De acuerdo con The Washington Post, la “abrumadora mayoría” de los asistentes no fueron sometidos a una prueba del nuevo coronavirus.
El medio estadounidense, que cita a un funcionario de la Casa Blanca, dijo que se harán pruebas a las personas que se espera que estén cerca del presidente durante períodos prolongados. Dos asistentes dijeron que no había protocolos para verificar el coronavirus; sin control de temperatura, ni preguntas, ni ningún tipo de prueba.
Dos funcionarios dijeron que sería imposible administrar pruebas de coronavirus a tantos invitados. Durante el discurso del vicepresidente Pence anoche en Fort McHenry, los asistentes tampoco fueron evaluados para detectar el coronavirus, aunque se tomaron las temperaturas y se les preguntó sobre viajes recientes y síntomas, dijeron los asistentes.
Trump y Pence fueron a la línea de cuerdas donde se mezclaron con los invitados y posaron para las fotos, dijeron los funcionarios, y la familia del vicepresidente y los funcionarios de la Casa Blanca y el gabinete se mezclaron estrechamente con otros invitados que no habían sido examinados.
Es más improbable que eso suceda esta noche. Los asistentes señalan que los eventos están afuera, donde es menos probable que ocurra la propagación, según los científicos.
KA