La población de origen latinoamericano será por primera vez en la historia de Estados Unidos la minoría étnica o racial más numerosa entre los votantes elegibles para noviembre, cuando el país defina si en la Casa Blanca permanece cuatro años más el presidente republicano Donald Trump o su lugar es ocupado por el demócrata Joe Biden; se calcula que al menos uno de cada cuatro prefiere la primera opción.
De acuerdo con un estudio de Pew Research Center, cerca de 32 millones de hispanos podrán emitir su voto, lo cual representa alrededor de 13.3 por ciento del total y más de seis por ciento por encima de los 12.5 millones de afroamericanos que tienen la opción de emitir su voto, ya sea en las urnas o a través de correo.
Y aunque este grupo de hispanos, que principalmente está constituido por personas de origen mexicano, ha sido uno de los principales blancos de ataques del presidente Trump (quien los ha llamado animales, violadores, narcotraficantes o “bad hombres”), tiene un apoyo de 25 por ciento para ese candidato, que ha permanecido casi intacto desde el 28 por ciento que votó por él en 2016.
Lo anterior, de acuerdo con una encuesta realizada por la cadena Telemundo este año. Y aunque porcentualmente el número no es alto, en una elección que se perfila para tener márgenes de victoria reducidos, el apoyo de este grupo es una amenaza real para las aspiraciones del Partido Demócrata y su candidato, Joe Biden, quien hasta el momento tampoco parece tener una estrategia clara para apelar a esas poblaciones en sus aspiraciones.
Una cosa son los migrantes del privilegio (...) y los otros que han tenido que participar dentro de la maquinaria económicaEstefanía Cruz Lera, Investigadora del CISAN<br>
“Yo no voy a votar solamente por Trump (...) voy a votar por el sueño americano; por el bien y no por el mal; contra nuestros enemigos; en contra del comunismo; voy a votar por mi nación adoptiva, voy a votar por América”, se puede leer en una publicación que varios integrantes han colocado en el grupo de Facebook Latinos for Trump (lo que evidencia que se trata de una cadena de redes sociales), una comunidad con más de 18 mil miembros, en la que uno de los tópicos frecuentes parece ser justamente justificar la votación de un hispano por un presidente que no ha ocultado su discurso xenofóbico.
En dicho grupo interactúan mexicanos, cubanos, venezolanos, colombianos, entre otros, quienes en muchos casos aparecen en sus fotografías de perfil luciendo gorras rojas con el mensaje “Make America Great Again (haz a Estados Unidos grande de nuevo)”, eslogan de campaña de Trump en 2016.
Algunas de las publicaciones se hacen en español y otras en inglés; sin embargo, apellidos como Fernández, Castro, Soto, Ávila, Rodríguez, entre otros, no dejan lugar a dudas del origen de sus autores.
Otros integrantes de la comunidad invitan en sus publicaciones al diálogo; por ejemplo, un perfil de un joven de nombre Irvan Gustavo Gubel, quien señala ser mexicano, escribe: “¿Alguna vez los han llamado malas personas por ser conservadores?”. Casi medio centenar de usuarios confirmaron que han sido llamados “adoctrinados”, “racistas”, “traidores”, “vendepatrias” e incluso han tenido problemas hasta con sus familias a causa de su postura política.
Y otro gran porcentaje de las publicaciones deja en claro que el discurso de Trump es efectivo, pues se replica una y otra vez que la contienda es contra los anarquistas y la izquierda radical.
“El blanco clave de los movimientos marxistas son las iglesias cristianas. Karla Marx escribe sobre eso en el Manifiesto Comunista. Léelo, están siguiendo sus técnicas al pie de la letra. Tú iglesia puede ser la siguiente”, escribió una usuaria identificada como Viviana Miranda.
En el mismo sentido, otro miembro, de nombre Leonardo de la Rosa, escribió: “Te guste o no, Dios le tiene garantizada la victoria (a Trump), pero no debemos confiarnos pues los anarquistas satánicos son traicioneros. Hasta con las uñas lucharemos para que esta nación no caiga ni sea destruida por la anarquía socialista satánica”.
El voto latino puede definir el resultado de la elección de 2020 e incluso las posteriores, pues son una población joven, que en gran medida también se consideran votantes indecisos y se ubican en estados clave, como Colorado, Nevada y Florida.
Para entender el apoyo hispano a Trump, explicó a La Razón la investigadora Estefanía Cruz Lera, experta en la incorporación política de minorías en Estados Unidos, lo primero que es necesario es entender que lo “latino” es diverso.
Incluso los mexicanos, que son la mayoría del voto latino, en los últimos años se han diversificado “en términos de clase social, educación y estatus migratorio”, dando paso a grupos con posiciones políticas más conservadoras, de acuerdo con la académica del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Una cosa son los migrantes del privilegio, los estudiantes de posgrado que se quedan en Estados Unidos, los que compran una visa de inversión, porque al final de cuentas la compran, y los otros que han tenido que participar dentro de la maquinaria económica que requiere trabajadores inmigrantes, pero los quiere como trabajadores silenciosos que no exijan sus derechos políticos”, explicó.
Los latinos también suelen asimilarse como estadounidenses, por lo que se vuelven inmunes al discurso de Trump.
“Muchos de ellos fueron los culpables de que por muchos años los latinos estuvieran dentro de la categoría blancos y después de muchos años se hiciera la distinción de latinos, muchos apoyos que eran para latinos no se canalizaban, porque estaban dentro del rubro de blancos y eso los puso en desventaja. Hasta recientemente quieren tener una identidad propia y causas políticas propias en Estados Unidos”, dijo Cruz Lera.