La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, solicitó el lunes la ayuda del Ejército para luchar contra la propagación del coronavirus en la ciudad y sus alrededores, donde su Gobierno ha ordenado el cierre parcial de algunas de las zonas más pobres.
En el punto álgido de la primera ola, entre marzo y abril, España desplegó miles de militares en la lucha contra el Covid-19. Ahora, con el repunte de contagios que ha llevado el número total de casos a superar los 640 mil, el más alto de Europa occidental, se vuelve a solicitar la ayuda del Ejército.
“Necesitamos la ayuda de las fuerzas armadas, en labores de desinfección (...) y para reforzar a las policías locales y hacer cumplir la ley”, dijo Ayuso en una rueda de prensa conjunta con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, con quien se había reunido previamente.
Ayuso también pidió que se vuelvan a levantar en Madrid hospitales de campaña, tres meses después de que se desmantelasen los construidos durante la pasada primavera. Por su parte, Sánchez indicó que el Gobierno central y el regional determinarán la escala del refuerzo militar y policial.
Además, la funcionaria dijo que está dispuesta a ampliar a nuevas zonas de la autonomía las restricciones a la movilidad que entraron ayer en vigor en 37 áreas básicas de salud, si se observan los resultados esperados en los próximos 14 días.
Son los presidentes autonómicos quienes optarán por la víaPedro Sánchez, Presidente de España
del estado de alarma o no. Implantaremos todas las medidas que sean necesarias para frenar la curva
“Si vemos que las medidas funcionan, y vemos una proyección preocupante en otras zonas, las aplicaremos también. Tenemos que evitar por todos los medios llegar a un confinamiento total. El estado de alarma y los confinamientos son la muerte para todos”, dijo Díaz Ayuso.
Madrid notificó ayer 620 contagios en las últimas 24 horas y otros tres mil 298 incorporados a jornadas previas. Ya hay tres mil 180 personas ingresadas en sus hospitales, 409 de ellas en unidades de cuidados intensivos. Y desde que estalló la pandemia, en febrero, 204 mil 730 residentes en Madrid se han contagiado de una enfermedad que ya ha provocado más de 16 mil muertes.
RESIDENTES SUFREN LOS ESTRAGOS
Mientras tanto, los habitantes del distrito sur de Vallecas, una de las zonas donde el bloqueo parcial entró en vigor el lunes, se resignan al nuevo confinamiento, con la policía parando a los coches que entran y salen.
El viernes, el Gobierno de Ayuso ordenó restricciones de movilidad en varias zonas de Madrid en las que viven un total de 850 mil personas, provocando protestas durante el fin de semana de ciudadanos que consideran discriminatorias las medidas.
El Gobierno de la capital argumentó que había elegido esas áreas porque los niveles de contagio en las mismas superaban los mil por cada 100 mil personas.
Pero algunos residentes se quejaron de que las medidas, que permiten a la gente ir al trabajo o a la escuela, no solucionan el problema de un sistema de transporte saturado.
“Es horrendo, una discriminación. Deberían regular el Metro, vamos como sardinas”, dijo Marina, ama de casa que vive en Vallecas, citada por la agencia Reuters.
En algunos negocios locales también se sintió el impacto. “No tenemos ningún cliente, está vacío. Tengo 16 empleados y empezaré a darles vacaciones”, dijo John Michael Montana Sánchez, que regenta tres restaurantes en Vallecas.