Chile avaló en las urnas que sea redactada una nueva constitución, con lo que será abrogada la promulgada por Augusto Pinochet en 1980.
Las cifras dadas a conocer hasta la noche del domingo, indican que con el 90.78% de las casillas escrutadas, 78.24% de los votantes aprueba la redacción de una nueva constitución. Y 79.24% avala que la redacte una comisión conformada por ciudadanos, sin legisladores.
Alrededor de 60 mil chilenos votaron en 219 mesas de votación en 65 países. El resultado del referéndum es vinculante, es decir, debe ser acatado.
El presidente Sebastián Piñera, centroderechista que se oponía a una nueva constitución en Chile, dijo que “este plebiscito no es el fin. Es el comienzo de un camino, que juntos deberemos recorrer para acordar una nueva constitución para Chile”.
Este plebiscito no es el fin. Es el comienzo de un camino, que juntos deberemos recorrer para acordar una nueva constitución para ChileSebastián Piñera
El plebiscito de este domingo se da un año después de las violentas protestas sociales iniciadas por un grupo de estudiantes que se opuso al aumento en las tarifas del transporte.
Las gigantescas protestas de 2019 contra las desigualdades sociales en Chile, empujaron a un acuerdo político que convocó al referéndum, que se vivió este domingo 25 de octubre en medio de estrictas medidas sanitarias debido a la pandemia que tiene a Chile con500 mil contagiados y 13 mil 800 fallecidos.
Un triunfo del “Apruebo” marcaría el inicio de un proceso constituyente que culminaría con un nuevo plebiscito a mediados de 2022 en que los chilenos votarán de manera obligatoria si aceptan el texto propuesto. Si gana el rechazo en el plebiscito del 2022 seguirá vigente la Constitución de la dictadura militar.
¿Qué cambios habrá en la Constitución?
La decisión democrática de escribir una nueva Constitución en Chile pondría en el debate temas como cuál debe ser el papel del Estado en derechos como la salud y la educación. La Ley Fundamental vigente desde 1981 marca diferencias entre la salud pública y privada. Lo mismo sucede en la enseñanza. Además, permitió la privatización del sistema de pensiones, que entrega jubilaciones muy bajas para los que tienen menos dinero.
El modelo económico y social de libre mercado fue mantenido por la oposición de centroizquierda que llegó al poder tras la restauración de la democracia en 1990.
Las protestas de hace un año expresaron el descontento de una mayoría con las jubilaciones, la salud y la educación, entre muchas otras. Hasta ese momento Chile era considerado como uno de los países más modernos y prósperos de la región, cuando se desconocía la magnitud del descontento social.
Hace un año era imposible reformar la Constitución legada por la época de Pinochet porque exige dos tercios de los votos (66%) de diputados y senadores, porcentaje que no tienen ni el oficialismo ni la oposición.
La oposición buscará enfrentar unida la elección de los constituyentes el 11 de abril de 2021, lo que no logró en la campaña electoral previa al plebiscito. El mismo objetivo perseguirá el oficialismo, que al interior de tres de los cuatro partidos de la alianza gobiernista tuvo sectores que favorecieron cambiar la Constitución.
KA