Un sacerdote ortodoxo griego fue baleado el sábado cuando cerraba su iglesia en la ciudad francesa de Lyon y la policía bloqueó parte de la ciudad para buscar al agresor, informaron las autoridades.
El sacerdote, un ciudadano griego, se encuentra hospitalizado con heridas que ponen en peligro su vida tras recibir dos disparos en el abdomen, informó un funcionario policial.
El agresor solitario le disparó con un fusil de caza, dijo el funcionario, que habló bajo la condición reglamentaria de anonimato.
La policía acordonó el barrio mayoritariamente residencial alrededor de la iglesia y detuvo a una persona que se apegaba a la descripción del agresor, pero al momento de su arresto no portaba un arma, indicó el fiscal de Lyon en un comunicado. Agregó que los investigadores intentan determinar su identidad.
Al caer la noche en Lyon, un reportero de la AP vio cinta policial y vehículos de emergencia recorriendo el vecindario.
La policía nacional tuiteó que se desarrollaba “un incidente serio de seguridad pública”.
El motivo del ataque no estaba claro. Hace dos días, un extremista islámico mató a puñaladas a tres personas en una iglesia católica en Niza, en medio de tensiones geopolíticas por la publicación de caricaturas del profeta musulmán Mahoma en el diario satírico francés Charlie Hebdo.
Las autoridades antiterroristas francesas seguían el caso del sábado aunque no lo investigaban. El ministro del Interior activó un equipo especial de emergencia para monitorear el incidente mientras el fiscal de Lyon abría una investigación por intento de homicidio.
“No se favorece ninguna teoría, no se descarta ninguna teoría”, subrayó el alcalde de Lyon, Gregory Doucet, a los reporteros en el lugar del incidente. “En este momento desconocemos el motivo de este ataque”.
Antoine Callot, pastor de otra iglesia ortodoxa griega en Lyon, identificó al sacerdote herido como Nikolas Kakavelakis, de 45 años y padre de dos hijos. Callot dijo a la AP que la comunidad ortodoxa griega en Lyon no ha recibido amenazas, pero que tras el tiroteo pidió a la policía protección para su iglesia.
“Nos sentimos ansiosos y angustiados. Es realmente horrible”, dijo. “Ahora necesitamos escondernos y ser cuidadosos”.
Residentes y policías que patrullaban por la zona escucharon disparos cerca de la iglesia y cuando los agentes llegaron, vieron a un individuo alejándose corriendo y hallaron al sacerdote herido frente a la puerta trasera de la iglesia, detalló el fiscal de Lyon en un comunicado.
El primer ministro Jean Castex reiteró la promesa del gobierno de apostar efectivos militares en templos y escuelas religiosas. Dijo que la población francesa puede “contar con que la nación les permitirá practicar su religión con plena seguridad y libertad”.
fgr
