Los peores temores se hicieron realidad. Un Trump negando los resultados, que además no fueron contundentes, y un Biden apelando al optimismo, la cautela y la esperanza de lograr una ventaja clara, lo que, al cierre de esta edición, era prácticamente imposible. Las elecciones presidenciales de Estados Unidos nos mandaron a la cama sin un claro ganador.
Después de un extenso periodo de mutismo por parte de ambos candidatos, el demócrata Joe Biden quiso salir al público para dar un mensaje de optimismo: “Nos sentimos bien sobre dónde estamos”, dijo el exvicepresidente durante un discurso de último momento, casi a la media noche, tiempo de México.
Estamos a lo grande, pero están tratando de robar las elecciones. Nunca les dejaremos hacerlo. ¡No se pueden emitir votos después de que las urnas están cerradas!Donald Trump, Candidato republicano
“Necesitamos tener paciencia hasta que se acabe el arduo trabajo de contar todos los votos. ¿Quién hubiera sabido que tendríamos que esperar hasta mañana —y quizás un poco más—, pero nos sentimos bien donde estamos parados”.
Biden declaró que aún estaba en la lucha por imponerse en Georgia, un estado clave con tendencia marcada para Trump. “Nos sentimos muy bien sobre Wisconsin y Michigan”, indicó sobre esos dos estados clave para ganar la elección presidencial y adelantó que se haría de los votos de otro territorio del que, ya se había adelantado, ayudaría a la victoria de cualquiera: Arizona.
Ése es un fraude para el pueblo estadounidense, es una verguenza para nuestro país, francamente ganamos estas elecciones (...) Nuestro objetivo es garantizar la integridad del voto de millones, queremos que se use el derecho del voto del modo correctoDonald Trump, Candidato republicano
Pero lejos de dar un beso de buenas noches, sobre todo a los demócratas que aún se aferran a la idea de hacer de Trump un presidente de cuatro años, Biden prendió la mecha del magnate, quien recurrió a la palestra de Twitter para tomar la delantera y declararse triunfador, pero además, insinuar que la elección está en riesgo de ser plagiada.
“Estamos a lo grande, pero están tratando de robar las elecciones. Nunca los dejaremos hacerlo. ¡No se pueden emitir votos después de que las urnas están cerradas!”, escribió en un primer tuit, apenas después del breve discurso de Biden.
Los resultados no se conocerán hasta el miércoles por la mañana o más tarde, hemos de tener paciencia, ni Trump ni yo podemos cantar victoria. Pero soy optimista...Joe Biden, Candidato demócrata
La frase no sólo elevó el color de la contienda, también provocó que Twitter pusiera una bandera roja al mensaje del presidente donde acusa del “robo de la elección”. Fiel a su política, la red social explicó que esta información podría ser considerada “potencialmente engañosa”.
Luego de que Trump se pronunciara e invocara al fantasma del fraude, Biden le respondió: “No es mi lugar ni el lugar de Donald Trump declarar al ganador de esta elección. Es el lugar de los votantes.”
Las elecciones no se habrán acabado hasta que se cuente el último voto, y nos sentimos bien por lo conseguido hasta ahora. Creo que hemos ganado Arizona y Minnesota y confío en que también Wisconsin, Michigan y Georgia (…) Creo que estamos en camino a la victoriaJoe Biden, Candidato demócrata
Más noche, ya pasada la una de la mañana, Trump habló a la prensa y a sus seguidores en la Casa Blanca, donde ratificó el mensaje en su tuit: “Ése es un fraude para el pueblo estadounidense, es una verguenza para nuestro país, francamente ganamos estas elecciones”, dijo después de enlistar los estados en los que reclamó ventaja sobre Biden, Florida, Texas, Georgia y Ohio entre ellos.
Ahora, conitnuó, nuestro objetivo es garantizar la integridad del voto de millones, queremos que se use el derecho del voto del modo correcto, no queremos que paren ninguna boleta y se las agreguen a la lista”, atinó, al denunciar que de manera repentina el conteo de votos que, según él, ya mostraba su victoria, se detuvo sin explicación.
“Para mí es un momento muy triste, en lo que a mí respecta ya ganamos, quiero darles las gracias”, remató.
Así, después de una tensa calma en la que transcurrió la primera fase de conteo, los candidatos calentaron el escenario, para hacer patente un contexto inédito que muchos analistas incluso llamaron “la mexicanización” de los comicios estadounidenses, pues allá donde el mundo está acostumbrado a ver ejemplos de democracia, ahora se perfila una intensa lucha política en la Suprema Corte.