La Organización Mundial de la Salud (OMS) defendió la necesidad de mantener abiertas las escuelas durante la pandemia del COVID-19 y considera que se pueden evitar los confinamientos si se aumentan las medidas de protección.
"Debemos asegurar la enseñanza para nuestros hijos", afirmó el director para Europa de la OMS, Hans Kluge resaltando que los niños y adolescentes no son impulsores principales del contagio y que el cierre de las escuelas no es efectivo.
Kluge señaló también que los confinamientos son “una pérdida de recursos” y que provocan muchos efectos secundarios, como daños a la salud mental o el aumento de la violencia de género; además de que, si el uso generalizado de las mascarillas supera el 90 por ciento entre las personas, los encierros no serán necesarios.
Haber mantenido la mayoría de las escuelas abiertas en Europa durante casi cien días seguidos es un motivo de satisfacción, sostuvo en una comparecencia digital en Copenhague, sede de la oficina regional de la OMS.
Sus declaraciones tienen lugar luego del anuncio de que la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos, volverá a cerrar sus colegios ante el avance del Covid-19.
En tanto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó ayer, en un nuevo informe, de las crecientes consecuencias para los niños a medida que avanza la pandemia.
Si bien los síntomas entre los menores infectados siguen siendo leves, el número de contagios en este sector de la población va en aumento, y el impacto que se generará a largo plazo en la educación, la nutrición y el bienestar de toda una generación de niños y jóvenes puede alterar sus vidas.
Así lo indica la organización internacional en el documento titulado Cómo evitar una generación perdida por Covid-19.
Se trata del primer informe de Unicef que describe de manera integral las terribles y crecientes consecuencias para los niños a medida que la pandemia avanza hacia un segundo año.
“Las interrupciones en los servicios clave y las crecientes tasas de pobreza representan la mayor amenaza para los niños.
“Cuanto más persista la crisis (de Covid-19), más profundo será su impacto en la educación, la salud, la nutrición y el bienestar de los niños. El futuro de toda una generación está en riesgo”, dijo la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore.
Con respecto a los cierres de las escuelas, el informe dice que si bien los niños pueden transmitirse el virus entre sí y a grupos de mayor edad, existen pruebas contundentes de que, con la implementación de las medidas de seguridad básicas, los beneficios netos de mantener las escuelas abiertas superan el costo de cerrarlas.
“Las escuelas no son el principal impulsor de la transmisión comunitaria, y los niños tienen más probabilidades de contraer el virus fuera del entorno escolar”, enfatizó el reporte.
También advirtió que las interrupciones relacionadas con la pandemia en los servicios sociales y de salud críticos, incluida la nutrición básica, las vacunas rutinarias, la atención ambulatoria para enfermedades infecciosas, los servicios de salud materna y las visitas domiciliarias de trabajadores sociales, plantean las amenazas más graves para los niños.
Finalmente, Unicef hizo un llamado a socios y gobiernos para asegurar la educación básica para los niños, garantizar y aumentar su acceso a la nutrición, el agua potable, el saneamiento y los servicios básicos de salud mental y física (incluidas las vacunas), frenar el aumento de la pobreza infantil y asegurar una recuperación inclusiva para todos.
ntb