Cuando realizaba una visita a un criadero de visones, la ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, se disculpó entre sollozos, con los medios de comunicación, por su decisión de sacrificar a 17 millones de visones.
En las granjas de la municipalidad de Kolding, donde todos los animales fueron sacrificados pese a estar sanos, se desencadenó polémica, ya que no había autorización legal para determinar tal sacrificio.
“No tengo el menor problema en disculparme por el curso que tomaron los acontecimientos, puesto que se cometieron errores”, dijo la ministra a la cadena local TV2.
Visiblemente conmovida, la primera ministra se detuvo varias veces durante su mensaje para limpiarse las lágrimas, y enfatizó que es importante recordar que la culpa no corresponde a los criadores.
“Es a causa del COVID-19, y espero que pueda haber una pequeña luz al final del túnel para los criadores de visones daneses en estos momentos”, comentó.
Dinamarca sacrificó a miles de visones en el norte del país luego que 11 personas contrajeron una mutación del coronavirus que había sido observada en los animales.
Una mayoría del Parlamento danés respaldó la decisión de sacrificar los 15 millones de visones de criadero del país debido al temor causado el virus.
El gobierno había anunciado la medida a pesar de que no tiene derecho a ordenar la matanza de animales sanos, un paso en falso que lo obligó a buscar consenso político para una nueva ley.
Hay mil 139 criaderos de visones en Dinamarca que emplean a unas 6 mil personas, según el sector. Representan el 40 por ciento de la producción mundial de piel de visón y son el primer exportador mundial.
La mayor parte de la exportación es a China y Hong Kong.