En plena pandemia de Covid-19, la policía belga irrumpió en una fiesta clandestina, en la que participaban 25 hombres, entre ellos varios diplomáticos y el eurodiputado ultraconservador Jofsef Szajer.
El legislador anunció su renuncia al recinto parlamentario el pasado domingo.
De acuerdo con diarios de Bruselas, en el lugar, donde se encontraban hombres desnudos, circulaban estupefacientes.
El eurodiputado húngaro alegó que no consumió drogas, aunque hallaron entre sus pertenencias una pastilla de éxtasis.
“Pido disculpas a mi familia, a mis colegas, a mis votantes. Les pido que evalúen mi error en el contexto de 30 años de trabajo arduo y dedicado. El paso en falso es estrictamente personal, yo el único responsable de él. Les pido a todos que no lo extiendan a mi patria, ni a mi comunidad política”, externó.
Szajer pertenece a Fidesz, el partido del primer ministro Viktor Orban, quien en las últimas semanas está bloqueando el fondo de reconstrucción europeo para hacer frente a los estragos ocasionados por el coronavirus.
Szajer es considerado como una de las personas más influyentes de Hungría, con una larga trayectoria política y más de 15 años como eurodiputado.
Bélgica es uno de los países con unas medidas más restrictivas tras registrar unas cifras récord de contagios de Covid-19 en los últimos meses.
