Australia es uno de los primeros países del mundo en dar la bienvenida a 2021, por su proximidad a la línea internacional de cambio de fecha.
En los últimos años, un millón de personas solía visitar el muelle de Sydney para ver los fuegos artificiales del Sydney Harbor Bridge, pero esta vez la mayoría los verá por televisión ya que las autoridades han pedido a la población que se quede en casa.
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Con el muelle cerrado y después de que se cancelara una exhibición de fuegos artificiales programada para las 21:00 horas se canceló, los australianos presenciaron un espectáculo pirotécnico de siete minutos a medianoche.
La personas sólo accedieron al centro de Sydney con una reservación de algún restaurante o sí fueron uno de los cinco invitados de un residente en esa zona.
Melbourne, la segunda ciudad más poblada del país, canceló su exhibición pirotécnica. “Por primera vez en muchos muchos años tomamos la gran decisión, la difícil decisión de cancelar los fuegos artificiales”, dijo la alcaldesa, Sally Capp.
Por el contrario, Perth, en la costa oeste, donde no se han detectado contagios comunitarios desde abril, se preparaba para recibir a 2021 casi con total normalidad, con grandes multitudes asistiendo a dos espectáculos.
Nueva Zelanda, que está dos horas por delante de Sydney, y varios de sus vecinos insulares del Pacifico Sur no tienen casos de coronavirus, por lo que las fiestas de Año Nuevo serán las habituales.
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