Con Donald Trump agotando los recursos antes de que termine su mandato para que se declare un fraude electoral en la votación celebrada en Estado Unidos en noviembre de 2020, los 10 exsecretarios de Defensa vivos advirtieron este domingo que el ejército estadounidense no debería tener ningún papel en la determinación del resultado de una elección estadounidense.
Los exsecretarios, que han supervisado colectivamente las fuerzas militares de Estados Unidos durante casi 50 años, dijeron también en un artículo de opinión publicado por el diario The Washington Post este domingo que las elecciones presidenciales de este país terminaron, y que “el momento de cuestionar los resultados” ha pasado.
“Los esfuerzos para involucrar a las fuerzas armadas estadounidenses en la resolución de disputas electorales nos llevarían a un territorio peligroso, ilegal e inconstitucional”, escribieron los exsecretarios de Defensa Mark Esper, James Mattis, Ash Carter, Chuck Hagel, Leon Panetta, Dick Cheney, William Cohen, Robert Gates, William Perry y Donald Rumsfeld.
Y puntualizaron, en clara alusión a los esfuerzos de Trump de anular los resultados de la elección que favorecen al presidente electo Joe Biden: “Los funcionarios civiles y militares que dirijan o ejecuten tales medidas serían responsables, incluso potencialmente enfrentando sanciones penales, por las graves consecuencias de sus acciones en nuestra república”.
Los exsecretarios pidieron al actual titular interino de Defensa de Trump, Christopher Miller, así como a los funcionarios públicos que pudieran verse involucrados, que “se abstengan de cualquier acción política que socave los resultados de las elecciones o obstaculice el éxito del nuevo equipo”.
Trump, a pesar de una serie de impugnaciones legales fallidas, no ha concedido la elección al demócrata Joe Biden, quien asumirá el 20 de enero. En cambio, Trump ha difundido afirmaciones sin sustento de que la elección de noviembre estuvo amañada y ha presionado a los miembros del Partido Republicano para revertir la victoria de Biden, atacando cuando expresan oposición a sus planes.