El estadio de béisbol de los Yankees, en Nueva York, Estados Unidos, fue habilitado para convertirse en un macrocentro de vacunación contra Covid-19.
Ayer, desde las 8:00 am, personas de más de 65 años realizaron largas filas en la Plaza Babe Ruth, no para ver a los Bombarderos de El Bronx en el terreno de juego, sino para obtener la primera dosis del biológico de Pfizer.
La vacunación, a cargo del grupo hispano de médicos Somos, busca abatir el rezago que hay en el país en torno a la inoculación de las comunidades latina y africana, pues hasta el momento, éstas representan 15 y 11 por ciento del total de vacunados, respectivamente; mientras que los blancos simbolizan 48 por ciento.
Al respecto, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, y el alcalde de la ciudad homónima, Bill de Blasio, reconocieron la disparidad y se comprometieron a trabajar para afrontarla.
“Se trata de equidad. Se trata de justicia. Se trata de proteger a las personas que más protección necesitan porque El Bronx es uno de los lugares que más sufrió esta crisis del coronavirus”, dijo De Blasio.
Así, para la primera semana de esta campaña hubo un total de 15 mil citas disponibles para ir el estadio, de las que en sólo tres días se reservaron 13 mil a través de Internet o una llamada.
Sin embargo, el doctor Ramón Tallaj de la organización Somos y coordinador del esfuerzo de vacunas en el Yankee Stadium, dijo confiar en que en las próximas semanas se prevé aplicar hasta 40 mil dosis diarias y operar las 24 horas del día.