La Unión Europea frenó la exportación de 250 mil vacunas anti-Covid de AstraZeneca que tenían como destino Australia, lo que aviva las diferencias entre la región y la farmacéutica por la reducción en la producción de las dosis, que se reportó a inicios de 2021.
La medida fue solicitada por Italia, que enfrenta una escasez de biológicos, con el objetivo de dar prioridad a la región, casi dos meses después de que Bruselas aprobara un mecanismo de control en las exportaciones fuera de esta región a fin de transparentar a dónde y cuántas se envían, y actuar cuando se considere que la cantidad pone el riesgo el suministro en el continente.
Así, el bloque europeo respaldó al Gobierno italiano e impidió la entrega alegando incumplimiento en contratos, similar a lo que intentaron hacer cuando empresa se alistaba a enviar un lote a Irlanda e Irlanda del Norte.
De esta manera, Italia es la primera nación que activa las nuevas normas comunitarias para frenar un cargamento de la firma británico-sueca, mientras el mundo lucha por elevar el porcentaje de vacunación y líderes de esta región acusan a la farmacéutica de restringir las entregas para priorizar a otros países, incluido el Reino Unido, luego de que adelantara que sólo entregaría 100 millones de vacunas durante el primer trimestre del año, debido a retrasos en la producción y distribución, hecho que también afectó a otras naciones.
Posteriormente, Italia conminó a los países integrantes del bloque a implementar acciones en conjunto para acelerar la vacunación en su territorio, política proteccionista que se contrapone a los llamados de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para garantizar un reparto equitativo a nivel mundial, pues insiste que naciones pobres siguen sin recibir vacunas para enfrentar la pandemia.
Incluso, el primer ministro de este país, Mario Draghi —quien recientemente asumió el cargo en sustitución de Giuseppe Conte a causa de una crisis política—, exhortó a la Comisión Europea a ser más estricta en la materia, luego de dialogar con la presidenta del sector, Ursula Von der Leyen.
La UE insistió que la medida es contra la empresa no contra Australia, ya que a la fecha no ha cumplido con los acuerdos establecidos.
El gobierno afectado, que recibió sus primeras dosis anti-Covid el mes pasado, no respondió sobre la limitación que ocurre un mes después de que se diera el aval al biológico desarrollado en conjunto con la Universidad de Oxford. Las 250 mil unidades paradas representan menos de uno por ciento de las más de 50 millones pactadas previamente.
Dicho país ha logrado una gran contención en la propagación del virus, lo que se refleja en los bajos números de contagios con apenas 29 mil 021 desde el inicio de la pandemia y menos de mil defunciones, entre poco más de 25 millones de habitantes.
En torno al mecanismo para impedir las exportaciones, la región ha aprobado más de un centenar de solicitudes que incluyen envíos a países como Estados Unidos, México, Reino Unido y Emiratos Árabes Unidos, entre otros.
Cabe destacar que fue en enero pasado, luego de un anuncio de la farmacéutica sobre la reducción de casi la mitad de dosis pactadas con la Unión Europea, que la región obligó a la firma a notificar con anticipación las entregas que hará a naciones fuera del bloque, hecho para el que el Consejo tiene hasta 48 horas para avalar o detener los envíos comerciales.
Italia fue una de las naciones que levantó la mano para actuar contra las farmacéuticas que no cumplen con sus acuerdos luego de que también Pfizer reportara limitaciones en su producción; en ese entonces, Conte amagó con demandar a las empresas por incumplir.
ALEMANIA AVALA DOSIS. En medio de la polémica el Gobierno de Angela Merkel aprobó aplicar los biológicos de esta farmacéutica a mayores de 65 años de edad, luego de las dudas generadas en torno a su efectividad, pese a que la organismos sanitarios garantizan la seguridad del fármaco.
El ministro de Salud de esta nación, Jens Spahn, destacó que con la aprobación de un comité independiente se avanza en la inmunización de la población.
Algunos países de la región, entre ellos España, determinaron no suministrar la vacuna a mayores de 55 años, al señalar que no hay datos que brinden información sobre los efectos que tiene entre este sector; pues las pruebas de la empresa se realizaron únicamente entre adultos jóvenes.