Científicos y autoridades en Japón están en alerta ante la propagación de una nueva variante del coronavirus. Se trata de la mutación E484K, apodada "Eek" por algunos científicos.
El pasado fin de semana, la cadena pública japonesa NHK informó que alrededor del 70 por ciento de los pacientes con coronavirus analizados en un hospital de Tokio el mes pasado eran portadores de una mutación conocida por reducir la protección de las vacunas
Concretamente “Eek” se detectó en 10 de las 14 personas que dieron positivo en las pruebas en el Hospital Médico de la Universidad Médica y Dental de Tokio en marzo,
En los dos meses transcurridos hasta marzo, 12 de los 36 pacientes de COVID-19 eran portadores de la mutación, y ninguno de ellos había viajado recientemente al extranjero ni había estado en contacto con personas que lo hubieran hecho, según el informe.
En vísperas de los Juegos Olímpicos de verano, cuyo comienzo está previsto para julio, Japón está luchando contra una nueva ola de infecciones.
Los expertos en salud están especialmente preocupados por la propagación de nuevas variantes, cuando todavía no se ha iniciado la vacunación a gran escala de la población.
El viernes pasado hubo 446 nuevos contagios en Tokio, una cifra que sigue siendo muy inferior al pico de más de 2 mil 500 en enero.
En Osaka, se llegó a un récord de 666 casos. Los expertos sanitarios han expresado su preocupación por la propagación en torno a la metrópolis occidental de una cepa mutante que se sabe que ha surgido en Gran Bretaña.
La NHK dijo que ninguno de los pacientes del hospital de Tokio era portador de la cepa británica.