Al menos 20 palestinos fallecieron cerca de la Franja de Gaza, entre ellos nueve menores de edad, tras bombardeos de Hamas y el Ejército israelí en territorio de Jerusalén, confirmó el ministerio de Salud de Gaza.
El grupo señalado como terrorista por Estados Unidos fue el primero en atacar luego de un ultimátum, en supuesta represalia por “crímenes y agresiones” del Ejército de Israel y la negativa de éste a retirar sus tropas de una mezquita, en medio de choques entre la policía de ese país y manifestantes palestinos.
Se reportó que Hamas lanzó siete misiles, uno estalló en una vivienda matando a varios integrantes de una familia en Beit Hanoun, al norte de Gaza.
Otro fue interceptado por un escudo y los restantes cayeron en zonas deshabitadas después del sonido de las sirenas que alertaron de un nuevo ataque aéreo, el primero de este nivel desde 2014, en el Día de Jerusalén, después de choques entre policías israelíes y palestinos, que un día antes dejaron 300 heridos.
La respuesta israelí ocurrió casi de manera inmediata cuando el Ejército bombardeó a integrantes de este grupo terrorista en territorio costero de Palestina, en el que presuntamente murieron tres de sus líderes, entre ellos un comandante de Hamas, quien no fue identificado.
Mientras que el ministerio de Salud de Gaza confirmó un total de 20 fallecidos, en su mayoría por ataques de Israel.
El primer ministro de esa nación, Benjamín Netanyahu, advirtió tras el ataque de los últimos siete años —cuando se registró la Operación Margen Protector en la Franja de Gaza—, que Hamas cruzó una “línea roja”, y pagará las consecuencias, pues habrá una respuesta con fuerza.
“Quien nos ataque pagará un precio muy alto”, sostuvo al afirmar que no permitirá que extremistas desestabilicen la región y agregó que sus enemigos delimitaron con este ataque el nivel de confrontación; sin embargo, el líder adelantó que el país no caerá en trampas rivales.
Asimismo, reiteró que su Gobierno garantizará el derecho de culto. Por separado su portavoz, Ofir Gendelman, afirmó a través de su cuenta de Twitter que cuentan con información de que palestinos extremistas planearon los disturbios con antelación.
Y un presunto vocero del ala criminal, Abu Obeida, amagó con más ataques tras reiterar que sus acciones responden a las agresiones de las Fuerzas Armadas israelíes.
Posteriormente, se reportó otro lanzamiento de 45 misiles al sur de su territorio, pero sólo uno de éstos alcanzó un objetivo, una vivienda, sin dejar víctimas.
Horas después también se informó que hubo un gran incendio en una mezquita para judíos y musulmanes, pero se confirmó que fue a un costado de las instalaciones, que no registraron daños.
En medio de las tensiones, países como Egipto y Qatar, así como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) buscan un acercamiento para detener esta escalada, que creció en las últimas semanas por un fallo judicial que da poder a fuerzas israelíes de desalojar a palestinos de Sheikh Jarrah; incluso se reportó que el Consejo de Seguridad del organismo convocó a reuniones a puerta cerrada para evaluar la situación.
Estados Unidos, Reino Unido y Alemania condenan ataque
Mientras que los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y otras naciones condenaron el ataque.
El gobierno de Joe Biden expresó su preocupación por las confrontaciones violentas en Jerusalén que siguen al alza y el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, llamó a ambas partes a desescalar las tensiones que van subiendo de tono por constantes enfrentamientos, que incluyen el lanzamiento de gas lacrimógeno contra personas que se encontraban al interior de una mezquita cerca de la ciudad Santa y altercados en la Explanada de las Mezquitas, hechos en los que hubo 21 agentes lesionados y siete manifestantes heridos de gravedad.
Reino Unido se unió a ese llamado a través del ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, quien expresó que “la violencia en Jerusalén y Gaza debe parar”. En tanto, su homólogo alemán, Heiko Maas, advirtió que nada justifica estos actos.