El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, exigió a Israel y Hamas detener el conflicto; sin embargo, los gobiernos israelí y palestino desoyeron el llamado internacional, advirtieron que seguirán defendiéndose de los ataques y hasta lanzaron nuevas acusaciones.
“La lucha debe terminar, debe detenerse inmediatamente”, sostuvo el jefe del organismo al encabezar la reunión del Consejo de Seguridad, que se llevó a cabo luego de siete días de bombardeos, justo en el más sangriento desde que comenzó la escalada el pasado 10 de mayo, pues en las últimas horas hubo 43 muertos, con lo que suman 188 decesos y mil 200 heridos, la mayoría palestinos.
Insistió que la única vía para terminar con estas tensiones es volver a negociar, pues de lo contrario la región caerá en una crisis humanitaria devastadora.
Israel y Palestina se unieron al encuentro, pero ninguno respaldó un diálogo para alcanzar la paz, sólo reprocharon la falta de acción de la ONU.
El embajador israelí ante las Naciones Unidas, Gilad Erdan, aseveró que su Gobierno sólo responde con fuerza el ataque que empezó el movimiento de resistencia, al que acusó de lanzar misiles indiscriminadamente y usar a palestinos como “escudo humano”.
Reiteró que Hamas actuó de manera premeditada en su intento por sustituir a la autoridad palestina y quedarse con el poder en Cisjordania: “eligió escalar las tensiones en Jerusalén como pretexto para empezar la guerra”.
Previamente, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, sostuvo que atacarán hasta debilitar a los yihadistas, pues insistió que hará todo lo que esté en sus manos para proteger a la población y restablecer la paz, pues “no vamos a dejar que se salgan con la suya”.
Agregó que mientras sus Fuerzas Armadas atacan a blancos clave, como la residencia del líder de Hamas en Gaza, Yahya Sinwar, de su hermano Mohamad, un almacén de armas, un túnel y un cuartel de inteligencia, éstos responden con ataques contra inocentes y después glorifican la muerte de éstos, incluidos niños, muestra de ello son los más de tres mil cohetes dirigidos a Israel en una semana, de los que dijo un gran número caen en Gaza, asesinando a decenas de palestinos.
Crecen reacciones... y los señalamientos
Ante escalada, comunidad mundial llama a actuar, pero adversarios insisten en denuncias.
Y el Ejército apuntó que la amenaza yihadista es real y se defenderán.
En respuesta, el ministro palestino de Relaciones Exteriores, Riyad Al-Maliki, denunció la embestida israelí y dijo que, aunque muchos no lo quieran reconocer, este país ha cometido crímenes de guerra y contra la humanidad.
Agregó que Israel ha sido despiadado contra el pueblo palestino y sus lugares sagrados.
Pese a los choques hubo una coincidencia, ambos criticaron la inacción del organismo para poner un alto al rival.
Al-Maliki cuestionó “¿cuántos palestinos tendrán que morir antes de que se produzca una condena?” y “¿en qué momento se van a escandalizar” al instar a la ONU a intervenir.
Mientras que el Ejército israelí afirmó que ésta no interviene porque no sabe lo que es tener que resguardarse de misiles.
A través de su cuenta de Twitter, señaló “¿recordará la ONU que si viviera en Israel, 70 por ciento de sus amigos y familia tendría que correr a refugios antibombas?”, junto a un video de la situación que enfrentan miles de israelíes cada que suenan las sirenas antiaéreas. Y Netanyahu preguntó cómo hubieran respondido si este tipo de ataques ocurrieran en ciudades de Estados Unidos.
Ante esta situación, China y el gobierno estadounidense se dijeron dispuestos a mediar el conflicto, aunque el ministro de Exteriores del país asiático, Wang Yi, aprovechó para criticar a la gestión de Joe Biden al responsabilizarla por bloquear un pronunciamiento de la ONU, por lo que le pidió una postura justa y no obstruir una solución a la crisis.
En respuesta, el secretario de Estado de EU, Antony Blinken, reiteró que el país pugna por una desescalada de violencia, que ya ha cobrado la vida de inocentes y adelantó que sostiene conversaciones con líderes de la región como Pakistán, Egipto, Qatar y Arabia Saudita para acabar con los bombardeos.
Sufren nueva tragedia. Al menos dos personas fallecieron, entre ellas un menor de edad, luego del colapso de una grada en una sinagoga en Cisjordania.
Los hechos ocurrieron en un inmueble en construcción, que no contaba con permisos, aseveró un portavoz; hecho que enluta de nuevo a los judíos, tras la muerte de 45 ultraortodoxos en una estampida en el Monte Merón el pasado 29 de abril.
Según los reportes, la estructura no soportó el peso y se vino abajo con decenas de personas, lo que dejó hasta 150 heridos durante el inicio del Shavout, en Givat Zeev, una importante fiesta judía, de las que al menos 10 se encuentran en condición grave.
“Estaba prohibido rezar en este edificio”, aseveró el comandante de la Policía de Jerusalén, Doron Tourgeman, quien recordó que el inmueble ni siquiera estaba terminado.
