El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ordenó a autoridades militares detener un avión comercial de la aerolínea Ryanair para detener al periodista y bloguero Roman Protasevich, crítico del mandatario reelecto.
La aeronave, procedente de Atenas, Grecia rumbo a Vilna, Lituana, se encontraba cerca de su destino cuando fue obligada por un avión de combate a cambiar de rumbo y aterrizar el Minsk, la capital bielorrusa, revelaron medios locales.
Según los primeros reportes se presumía una amenaza de bomba y presuntamente el objetivo era revisar el avión de pasajeros en busca de los explosivos, pues la aerolínea informó en un comunicado que les notificaron de una “potencial amenaza de seguridad” en el avión en el que viajaban 170 pasajeros.
Sin embargo, posteriormente se confirmó el arresto del opositor Protasevich en el aeropuerto de Minsk, quien lidera un canal de Telegram que cubrió la represión durante las protestas en rechazo a la reelección de Lukashenko en agosto pasado.
El bloguero es un cercano colaborador de la líder opositora Svetlana Tijanóvskaya, quien ahora radica en Lituania.
Condena UE detención y advierte consecuencias
Líderes de la Unión Europea (UE) condenaron el desvío de un avión comercial por una aeronave de guerra y coincidieran en que los hechos ordenados por el presidente bielorruso son una violación internacional.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó de inaceptable la violación al transporte aéreo mundial.
“Todos lo pasajeros deben poder continuar su viaje y su seguridad debe estar garantizada”, expresó a través de su cuenta de Twitter, al advertir que este acto debe tener consecuencias.
En tanto, el presidente lituano, Gitanas Nauseda, consideró que las acciones cometidas por el régimen de Lukashenko representan una amenaza internacional, misma que intentó ocultar al fingir un supuesto peligro por explosivos.
Mientras que otras gobiernos como el de Alemania demandaron una explicación por los hechos orquestados para detener a un periodista.