El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, firmó un decreto que aprueba medidas de emergencia para optimizar la energía hidroeléctrica en el país, en momentos en que una fuerte sequía ha dificultado la generación de electricidad.
El ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, instó en un discurso a los consumidores a ser conscientes del uso de energía y del agua, pero no anunció racionamiento de energía. Sostuvo también que el gobierno está trabajando en un programa voluntario para alentar a las empresas a usar energía fuera de las horas pico.
Esta orden ejecutiva temporal establece un organismo de emergencia conocido como Cámara de Reglas Excepcionales para la Gestión Hidroenergética, que permite imponer límites que "pueden resultar en una reducción del caudal de las centrales hidroeléctricas".
El decreto también allana el camino para que el gobierno compre reservas de electricidad a empresas privadas.
Brasil, el país más grande de América Latina y con el segundo mayor número de muertos por COVID-19 en el mundo, enfrenta su peor sequía en más de 90 años, lo que genera temores de racionamiento de energía y también de inflación. La falta de lluvia representa además un dolor de cabeza para el gigantesco sector agrícola del país.
Albuquerque ha descartado previamente el racionamiento, pero el lunes dijo que los consumidores deberían esperar un alza en el costo de su electricidad.
El viernes, la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) recomendó medidas para controlar el uso de energía y combatir el desperdicio eléctrico, pidiendo a los consumidores que tomen duchas más cortas y reduzcan el uso de aire acondicionado, entre otros.
Con información de Reuters.